Según Ovelar “la muerte violenta de uno de los responsables del cobarde asesinato del fiscal Pecci nos debe hacer reflexionar sobre este caso. Ello, para no dejarnos guiar por el discurso de odio de grupos que solo buscan confundir, con fines netamente políticos”.
“El propio abogado de la familia Pecci en Colombia bien señalaba que toda colaboración posible de Correa G. se agotaba a lo declarado por él, conforme con la resolución judicial de principio de oportunidad. Dicha resolución no menciona, en absoluto, a Horacio Cartes”, añadió.
Subrayó que “En efecto, Correa G. en sus primeras declaraciones aportó todo lo necesario para dar con las personas que lo contrataron (los Pérez Hoyos); así como a los que él (Correa G.) contrató para seguir a Marcelo y a los ejecutores del crimen. Nunca Correa G contactó con alguien más”.
Para Ovelar, Correa mintió cuando atribuyó la autoría intelectual de la muerte de Pecci a Horacio Cartes. “Sin embargo, en un giro inverosímil, en un acto procesal cuyo único objetivo era juzgar la conducta de Margaret Chacón, Correa atribuyó (sin prueba alguna) la supuesta autoría intelectual de Horacio Cartes en el crimen del fiscal Pecci”, refirió.
Por último, dijo que quedan varias preguntas: “Quién le dio el nombre de Horacio Cartes? Que le prometieron? Le obligaron? Le amenazaron? No cumplieron sus promesas con Correa Galeano y, ante el temor que los evidencie, le eliminaron?”.