Un ambiente tenso se apoderó de la Cámara de Diputados luego de una jugada de último momento de la bancada de Honor Colorado, cuyos integrantes intentaron frenar la sesión extraordinaria convocada para las 9.00.
Basilio “Bachi” Núñez, líder del cartismo en Diputados, fue el encargado de afirmar públicamente que “desconvocaban” la sesión alegando que los números estaban ajustados y que no habría cuórum para su desarrollo.
La sesión extraordinaria es para tratar como único punto la modificación del artículo 7 del reglamento de la Cámara Baja y así adelantar la renovación de la mesa directiva. De aprobarse, se pretende elegir a las nuevas autoridades.
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Entre gritos y empujones, legisladores de Honor Colorado y de la oposición se lanzaron todo tipo de acusaciones. Ambos sectores hablaban de ilegalidades.
Finalmente, más de 40 diputados ingresaron al plenario y dieron el cuórum correspondiente para iniciar la sesión extraordinaria, sin la presencia de los cartistas y del presidente Pedro Alliana.
La diputada Kattya González fue tajante al afimar que la Cámara Baja no está “secuestrada” por Honor Colorado. Sostuvo que es legal el inicio de la sesión porque se tuvo el número correspondiente de legisladores.
Los colorados cartistas se dieron cuenta que no tenían los números para modificar el reglamento interno de la Cámara Baja y adelantar la elección de la mesa directiva a su favor, que tiene como Presidente a Pedro Alliana de Honor Colorado.
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Antes, el diputado cartista Basilio Núñez tuvo un careo con el presidente de Patria Querida, Sebastián Villarejo, además del colorado oficialista Colym Soroka, que finalmente terminó con la salida de los diputados de Honor Colorado de la sesión extraordinaria.
La sesión inició con 43 votos y posteriormente se sumaron dos diputados más, en tanto que los parlamentarios presentes denunciaron que el secretario de la Cámara de Diputados fue retenido por Pedro Alliana, por lo que no podían dar inicio a la sesión ni realizar el conteo de votos.