Esas organizaciones “instan a las autoridades israelíes a derogar la exigencia introducida el 9 de marzo que obliga a las oenegés a compartir información personal sensible sobre sus empleados palestinos, so pena de tener que cesar sus operaciones humanitarias en la Franja de Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén Este”, según este texto del Humanitarian Country Team (HCT), un órgano de coordinación entre la ONU y más de 200 oenegés.
El comunicado advierte que, si no se toman medidas urgentes, la mayoría de los socios de las oenegés internacionales “podrían ser dados de baja antes del 9 de septiembre o incluso antes”, lo que les obligaría a retirar a su personal y les impediría “proporcionar asistencia humanitaria esencial y vital a los palestinos”.
El HCT subrayó que a las oenegés que no están registradas en el nuevo sistema ya se les prohíbe el envío de cualquier suministro a Gaza: en julio, las autoridades israelíes rechazaron las solicitudes de 29 oenegés para entregar medicamentos, alimentos y productos de higiene, entre otros bienes básicos.
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Desde el inicio de la guerra en Gaza, Israel tiene sitiados a más de dos millones de palestinos hacinados en un territorio de 365 km2. A finales de mayo, relajó el bloqueo humanitario total impuesto a principios de marzo, pero solo permite la entrada de cantidades muy limitadas.
La Franja de Gaza, totalmente dependiente de la ayuda humanitaria, está ahora amenazada por una “hambruna generalizada”, según la ONU, que estima que al menos 1.373 palestinos han muerto, la mayoría por disparos israelíes, desde el 27 de mayo “mientras buscaban comida”.
Fuente: AFP.