AFP y EFE
BUENOS AIRES
Una serie de asaltos a supermercados y tiendas en Argentina, presuntamente organizados por grupos de barrios populares, dejó un saldo de casi dos centenares de detenidos, alimenta el debate político en plena estampida inflacionaria a 60 días de las elecciones generales de octubre y genera un cierto ambiente de caos y una inevitable mirada a 2001, la última gran crisis económica, social y política del país.
El Gobierno de la provincia de Buenos Aires denunció este miércoles 150 intentos de saqueos a comercios en su territorio, que resultaron en 94 detenidos, luego de un “intento de instalar” una supuesta ola de saqueos desde el fin de semana.
El gobernador provincial, Axel Kicillof, recordó que “la situación” arrancó el fin de semana, en las provincias de Mendoza y Neuquén (oeste) y Córdoba (centro).
Pero en la madrugada del martes al miércoles Kicillof explicó que “empezaron a producirse hechos de robos en algunos puntos” de la provincia de Buenos Aires, que resultó en 94 detenidos, en manos de la Justicia.
A su lado, el ministro de Seguridad, Sergio Berni, explicó que hubo “en una hora pico, de manera conjunta y coordinada, más de 150 intentos”. Argentina se encuentra en alerta por los intentos de saqueos que rememoran la crisis de principio de siglo, en un contexto de creciente pobreza, aceleración de la inflación (113,4% interanual en julio) y tensión política tras las primarias del pasado 13 de agosto, que plantean un escenario incierto con vistas a las elecciones presidenciales del 22 de octubre próximo.
CRUCE POLÍTICO. Los hechos delictivos generaron un cruce político entre los candidatos a presidente.
El ministro nacional de Seguridad, Aníbal Fernández, había dicho a primera hora de este miércoles que los ataques “no son espontáneos”, aunque destacó que el Ejecutivo no tiene “datos fidedignos” sobre la autoría intelectual.
De esta manera se apartó de las acusaciones vertidas por la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, quien señaló al líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, como instigador.
Milei había tratado en sus redes sociales de “trágico volver a ver luego de 20 años las mismas imágenes de saqueos” de 2001, año en que Argentina vivió una gravísima crisis económica y en la que se vivieron escenas dantescas, y resaltó que “pobreza y saqueos son dos caras de la misma moneda” y que “Argentina no resiste más este modelo empobrecedor”.
La ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich, candidata a presidenta por la coalición opositora Juntos por el Cambio, criticó la ausencia de las autoridades nacionales, como el presidente, Alberto Fernández, o la vicepresidenta, Cristina Fernández, “ante una situación trágica o de desorden”.
En tanto, el dirigente social Raúl Castells asumió la “responsabilidad política” de los saqueos a comercios.