“La amenaza que China plantea es real y puede ser inminente”, aseguró Hegseth en una intervención en el Shangri-La Dialogue de Singapur, el mayor foro sobre seguridad y defensa en este continente.
Las tensiones económicas y geopolíticas entre las dos mayores potencias del mundo se dispararon con el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, que impuso altísimos aranceles a los productos importados de China.
Aunque Pekín y Washington pactaron a mediados de mayo una tregua temporal a esta guerra arancelaria, las tensiones persisten no solo en el comercio, sino también en el acceso a tecnología puntera o la pugna por la influencia geopolítica en zonas como Asia-Pacífico o América Latina.
El secretario de Defensa aseguró en su intervención que Pekín está “clara y creíblemente preparando el uso potencial de la fuerza militar para alterar el equilibrio de poder en el Indopacífico”.
Hegseth aludió a los incidentes en el mar de China Meridional, donde asegura que Pekín “se apropió y militarizó ilegalmente” islas reivindicadas por Filipinas, y al caso de Taiwán, una isla de gobierno democrático propio que Pekín considera como parte de su territorio.
Según el funcionario estadounidense, las fuerzas chinas están mejorando sus capacidades, entrenando a diario y “preparándose para la hora de la verdad” de una invasión a Taiwán.
China “quiere dominar y controlar” Asia, aseveró.
La Embajada de China en Singapur condenó el discurso de Hegseth, asegurando que está “impregnado de provocaciones e instigación”.
El foro Shangri-La Dialogue reúne cada año a responsables de seguridad y defensa de todo el continente y del resto del mundo.
Pero por primera vez desde 2019, China no envió a un alto funcionario.
El representante chino, el contralmirante Hu Gangfeng, denunció sin referirse directamente a Hegseth “acusaciones infundadas” destinadas a “sembrar problemas, crear divisiones, incitar a la confrontación y desestabilizar Asia-Pacífico”.
Aumentar el gasto en defensa
Desde Singapur, Hegseth llamó a los aliados asiáticos de Estados Unidos a incrementar el gasto militar.
La región es un “escenario prioritario” para Estados Unidos, que está reorientando su estrategia para “disuadir la agresión de la China comunista”, argumentó.
Washington acentuó su cooperación con aliados tradicionales de la región, como Japón y Filipinas, y está reforzando sus intercambios militares con India, uno de los principales contrapesos regionales a China.
“Estados Unidos está orgulloso de estar de regreso al Indopacífico y estamos aquí para quedarnos”, aseveró.
Pero “los aliados de Estados Unidos en el Indopacífico deben y pueden aumentar rápidamente sus propios medios de defensa”, dijo el jefe del Pentágono, que citó a Europa como ejemplo.
Varios países europeos, empezando por Alemania, anunciaron un importante incremento del gasto militar para llevar su presupuesto de defensa al 5% del PIB ante la amenaza de Trump de desentenderse de la defensa del continente y de sus compromisos como país miembro de la OTAN.
“Es un poco difícil de creer (...) que diga esto, pero gracias al presidente Trump, los aliados asiáticos deberían mirar a los países europeos como ejemplo”, afirmó citando el caso de Alemania, que elevará su gasto militar al 5% del PIB.
“La disuasión no es barata”, insistió.
En esta línea, la jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, afirmó en el mismo foro de Singapur que la insistencia y las amenazas de la administración Trump si el bloque no aumentaba el gasto militar son “amor duro”.
Pero “es amor, al menos. Así que es mejor que la falta de amor”, señaló.
La representante europea también habló de los “fuertes mensajes” de Hegseth sobre China y los comparó con la postura menos firme de la administración Trump hacia Rusia respecto a la guerra contra Ucrania.
“Creo que si alguien se preocupa por China, debería preocuparse por Rusia” también, dijo la diplomática de la UE, quien reclama acciones contundentes de Washington contra Moscú para frenar la guerra.