Con respecto a Espinoza, también se aplicó la inhabilitación de ejercer la profesión por dos años y medio. Los jueces Laura Ocampo, Fabián Weisensee y Cándida Fleitas dijeron que se probó la negligencia en el actuar.
Sin embargo, con respecto al primer juicio oral, hubo una reducción de su pena, ya que Lilia Graciela Espinoza había recibido 4 años, y Sandra Hermosa 3 años, lo que fue anulado por el Tribunal de Apelación.
Ayer se dieron los alegatos de la defensa de Hermosa, a cargo del abogado César Alfonso, que pidió 2 años de cárcel, pero con la suspensión de la ejecución de la condena, para que no vaya a prisión. También argumentó que sí aplicaba la prohibición de la reforma en perjuicio.
Luego vino la réplica de la fiscala Teresita Torres y del abogado querellante José Armoa, a más de la dúplica del abogado Derlis Céspedes, por Espinoza y de César Alfonso, por Hermosa.
En las palabras finales, tanto la odontóloga, como la química farmacéutica pidieron perdón a la familia de Sol Chávez, por haberles causado tanto dolor por la muerte de la joven.
María Edith Franco de Chávez, madre de Sol Chávez, dijo que su esposo estaba internado porque tuvo un preinfarto. Alegó que hace días tenía un dolor en el pecho, pero no contó nada porque quería escuchar la sentencia. Dijo que la única responsable era Espinoza, y pidió justicia.
EL FALLO. Tras la deliberación de los jueces, finalmente, dieron su veredicto. Señalaron que se probó la negligencia en la actuación de las dos procesadas, por lo que correspondía aplicarle una sanción.
Señalaron que la pena justa y útil era la de 2 años de cárcel. Además, con respecto a Lilia Graciela Espinoza, le aplicaron la inhabilitación para ejercer la profesión por el plazo de 2 años y medio.
La pena de prisión para las dos procesadas es de cumplimiento efectivo, por lo que no aplicaron la suspensión a prueba de la ejecución de la condena.
Tras el juicio, María Edith Franco de Chávez, madre de la víctima, dijo que apelarán. Entre lágrimas refirió que las condenadas “van a salir a vivir su vida, nosotros ahí encerrados. Mi marido está internado porque no soporta esto. Gracias a los jueces por lo que hicieron por nosotros...”.
“Se burlaron de nosotros. Es lo que esperábamos, como nos dijo Rossi Angulo, como me dijo la mamá de Maylen, en este país la Justicia es una burla, pero que se atengan a las consecuencias de lo que pueda suceder a mi marido”, aseguró la señora.
Sostuvo que en la justicia prevalece el dinero. “De qué sirve que se probara la negligencia, si mi hija está muerta. Me quitaron mi vida”.