El Gobierno de Santiago Peña, en apenas unos días, exhibió su escasa voluntad a la trasparencia. La Cámara de Diputados tuvo que prácticamente urgir a que le sea enviado el documento de la intervención de la Municipalidad de Asunción, cuestionando que el presidente no lo haya remitido, como establece la ley. Por la presión mediática y ciudadana, el informe fue finalmente dado a conocer por el Ministerio del Interior. Preocupa, no obstante, la intencionalidad manifiesta de ocultamiento que queda como un antecedente negativo.
Al culminar el trabajo de intervención en la Municipalidad de Asunción, Carlos Pereira presentó el informe final al Ministerio del Interior: 45 biblioratos y un pendrive con las evidencias detectadas. En una conferencia de prensa adelantaron algunos detalles y hasta hace pocas horas era toda la información que se disponía, pues el presidente no había enviado el informe a la Cámara de Diputados, como correspondía.
Del informe de Carlos Pereira se conocen inicialmente pocos detalles, que los bonos solicitados para obras de infraestructura fueron utilizados en un 93% para gastos corrientes, entre ellos los pagos salariales y solo el 7% restante fue destinado para las obras y que los recursos que hoy cuenta el Municipio son absolutamente insuficientes.
Los indicios apuntaban a un deliberado bloqueo del derecho al acceso a la información pública y, al mismo tiempo, a un pacto de impunidad para el ahora ex intendente Óscar Nenecho Rodríguez. Ambos hechos son absolutamente inaceptables.
Las autoridades deben saber qué tanto la impunidad como la corrupción y la falta de transparencia le hacen un gran daño a la democracia. Por otra parte, la ciudadanía es consciente de la calidad de gestión que tuvo Óscar Rodríguez, pues el fruto de su gestión se reconoce en las calles y veredas asuncenas.
La presión ciudadana, política y también de los medios de comunicación hizo posible que al final se hicieran públicas las conclusiones del interventor de la Municipalidad de Asunción. Este era no solamente el procedimiento, sino un mandamiento ético, ya que el informe sobre la gestión de Miguel Prieto al frente de la Municipalidad de Ciudad del Este fue debatido públicamente, así el informe sobre la gestión de Nenecho Rodríguez también debía hacerse público.
Nuestro país cuenta desde hace once años con una herramienta valiosísima, la Ley Nº 5282/2014 “De Libre Acceso Ciudadano a la Información Pública y Transparencia Gubernamental”, que a lo largo de esta década fue fundamental para garantizar que los ciudadanos accedan de manera efectiva a la información pública. Esta ley es la reglamentación del artículo 28 de la Constitución Nacional, que establece que, las fuentes públicas de información son libres para todos, pues el gran objetivo final es lograr la transparencia del Estado.
En el contundente informe de Pereira se afirma que, “se constata que la Municipalidad de Asunción como consecuencia de desaciertos reiterados en materia de estrategia y política administrativa interna se ha apartado progresivamente de los estándares de gobernanza y administración prudente, incurriendo en un descalce financiero progresivo”. Y se califica el funcionamiento como “cercano a la anomia”, es decir, falta de gobierno o ley.
El ideal del cumplimiento de la ley de transparencia apunta a lograr transparencia en las gestiones de gobiernos centrales y locales y se origina en un principio fundamental que es que la publicidad de los actos de gobierno es necesaria para la transparencia y el derecho de acceso a la información pública puede ser un paso fundamental para el cumplimiento de otros derechos.
La intención de ocultar a la ciudadanía el informe sobre la gestión de Nenecho Rodríguez, mientras difundía el informe sobre su adversario político, Miguel Prieto, atenta contra la democracia y socava el Estado de derecho, pero sobre todo, como se lee en el informe del interventor, “la transgresión de la confianza pública por la administración del Municipio de Asunción tendrá graves consecuencias, porque la confianza pública no se reconstruye con el mero voluntarismo ni por efecto inmediato de la sola punición de los causantes”. Sin Justicia y transparencia, la democracia no estará completa.