18 oct. 2025

Urge que el Estado genere oportunidades para los jóvenes

Recientemente, dos jóvenes paraguayos fueron rescatados de manos de una organización criminal que opera en Buenos Aires, Argentina, una agrupación que los atrajo con ofertas de trabajo en la construcción, y con engaños posteriormente los obligó a comercializar drogas. Es urgente que las autoridades reaccionen ante la manipulación del narcotráfico y el crimen organizado a niños y jóvenes, doblemente victimizados por la ausencia de un Estado que no es capaz de crear alternativas para que estos puedan tener una vida digna.

El rescate de dos jóvenes compatriotas, que estaban cautivos y eran forzados a cometer delitos para una banda de narcotráfico que opera en Buenos Aires, puso al descubierto la nueva estrategia que utilizan los delincuentes para atraer a jóvenes que buscan oportunidades. Expone asimismo una terrible realidad que afecta a quienes buscan trabajo fuera del país ante la falta de oportunidades.

Los jóvenes fueron atraídos con ofertas de trabajo en la construcción, luego los engañaron y obligaron a comercializar drogas. La organización mantenía a los jóvenes bajo amenaza, con malos tratos, encerrados en búnkeres, sin sus documentos ni teléfonos celulares, y de donde salían solo para vender las drogas.

De acuerdo con la información que proveen los expertos, este sería un caso de trata de personas y tuvo un gran incremento después de la pandemia del Covid-19. Para ello, los criminales utilizan las redes sociales, publican ofertas laborales y fácilmente engañan a jóvenes ávidos de acceder a un empleo; es así que son captados fácilmente pues las ofertas laborales suelen incluir la promesa de buen sueldo y hasta les envían el pasaje. Lamentablemente, al llegar a destino se encuentran con una realidad muy diferente, y cuando se dan cuenta ya están en las garras de un grupo criminal.

Es fundamental que nuestras autoridades tomen conocimiento y emprendan acciones ante estos hechos, y considerando que la captación se realiza a nivel virtual, que implementen el ciberpatrullaje, por ejemplo, que tantos buenos resultados –según funcionarios y autoridades- obtuvieron en el caso del monitoreo a los jóvenes de la Generación Z cuando convocaron a una manifestación. Esta es una realidad que debería alertar y movilizar sin demoras a instituciones como la Policía Nacional y el Ministerio Público.

Es oportuno mencionar un caso de principios del año, con datos del consulado paraguayo en Foz de Yguazú, Brasil, que revelaban que las autoridades brasileñas interceptan periódicamente a jóvenes paraguayos con cocaína oculta en sus maletas, zapatos o ropa impregnada con la droga; lo hacen en el Aeropuerto Internacional de Foz de Yguazú, y en otros casos cuando intentan cruzar la frontera a través del Puente de la Amistad o por caminos clandestinos. Según los datos, entre 20 y 25 jóvenes paraguayos detenidos hablan de la situación de personas sin oportunidades, marcadas por la desesperanza y que por necesidad caen en la manipulación de redes criminales.

Esto obedece al hecho de que el país no ofrece oportunidades a sus jóvenes. Así lo confirman los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), respecto a los jóvenes de entre 15 y 29 años, que ya están en edad laboral, y cuyo ingreso promedio es de G. 2.400.000, por debajo del salario mínimo mensual, establecido en G. 2.899.048. Sostiene el INE que alrededor de 900.000 de las 1.500.000 personas que componen la población juvenil están ocupadas, pero no perciben una buena remuneración. Por otra parte, más datos preocupantes: En esta franja etaria, la desocupación afecta a unas 100.000 personas; y alrededor de 200.000 personas que forman parte de la población juvenil no estudian ni trabajan.

Necesitamos con urgencia políticas públicas para la juventud. Y urge también combatir la desigualdad que hace que, mientras miles de jóvenes paraguayos no pueden estudiar y aspirar a tener mejor calidad de vida, seguridad, vida saludable, empleo, acceder a la cultura y deportes, hay otros jóvenes que, sin estudios y sin mérito, por ser hijos de políticos con cargos en el gobierno, acceden a salarios millonarios. Sin políticas y sin inversión, nuestra juventud nunca será protagonista de su futuro, y será presa fácil del narcotráfico y el crimen organizado.

Más contenido de esta sección
La estabilidad económica y el bienestar social de un país se miden, en gran parte, por la capacidad de su ciudadanía para acceder a una canasta básica de alimentos que garantice su seguridad alimentaria. Paraguay está enfrentando un desafío significativo en este ámbito, evidenciado por el informe del Banco Central del Paraguay (BCP), que señala un aumento de casi el 10% en el precio de los alimentos en un solo año. Este dato no es una mera estadística; es un síntoma de problemas estructurales más profundos que afectan directamente el poder adquisitivo.