La épica futbolera de esta semana sucedió en la tarde gris de su primer día, en Ciudad del Este, ante una muchedumbre de casi treinta mil personas. Día reservado en exclusividad para el Superclásico número 328 en certámenes caseros, a 323 kilómetros de Asunción. Hacía diez años —se cumplen hoy, exactamente— que el partido más convocante del fútbol nacional no se disputaba sobre el césped del estadio Antonio Aranda, erigido sobre la tierra arcillosa del deforestado Bosque Atlántico, a orillas del