Tras este nuevo intento fallido, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) enviará una solicitud a la Presidencia de la República para que se emita un nuevo decreto que habilite otra convocatoria pública para seguir buscando un comprador del deteriorado edificio.
Juan Manuel Arce, director de Asesoría Jurídica del MEC, explicó que la cartera educativa cumplió con todos los pasos que exige la Ley de Administración para la subasta, pero no apareció ningún interesado.
El remate del inmueble, incluyendo todo lo plantado y adherido a la estructura, fue autorizado por el Decreto Nº 4213/2025, y el edificio ya fue dado de baja del inventario patrimonial del MEC por disposición del Ministerio de Economía y Finanzas en 2023. Pese a los intentos de venta y a las publicaciones de rigor, no aparecieron compradores. La propiedad cuenta con un precio base de G. 9.122.587.625, menos de lo que costó.
Actualmente, el Excélsior permanece supuestamente resguardado por personal del Ministerio de Educación y agentes de la Policía Nacional.
El inmueble, con 9.600 m² de superficie construido sobre un terreno de 1.218 m², fue adquirido el 23 de diciembre de 2009 por G. 14.045.123.400, monto cancelado ese mismo año. Originalmente, el edificio fue proyectado para departamentos, según los planos de relevamiento, y está registrado bajo la cuenta corriente catastral Nº 10-0397-04.
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Con la segunda subasta declarada desierta y la falta de interés en el mercado, el futuro del Excélsior vuelve a quedar en pausa, a la espera de un nuevo decreto presidencial que permita insistir una vez más con su venta, mientras sigue su deterioro y su uso como aguantadero.
El propio jefe de Infraestructura del MEC, Marcelo León, reconoció este año que el edificio presenta daños importantes que requieren reparaciones profundas y costosas, según informes técnicos, lo que dejaba la decisión final a las autoridades del Ministerio sobre la reparación o la venta. Lo último fue la opción elegida.