Ayer llegaron los motores del avión siniestrado del MAG al local del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cipaa).
Comenzaron los trabajos de peritaje y no se descarta que los motores sean enviados a Estados Unidos para un análisis aún más riguroso. Así confirmó Emilio Verruck, uno de los expertos que está al frente de los trabajos.
Verruck mencionó que los fabricantes de la aeronave se ofrecieron para participar de la investigación, pero aseguró que la misma estará siempre bajo la supervisión de Cipaa.
La aeronave siniestrada es un modelo Baron B58, fabricada por Beech Aircraft Corporation, según precisaron los investigadores.
Sin embargo, los motores fueron fabricados por Continental Motors, que posee el complejo industrial Brookley Aeroplex, en Mobile, Alabama, EEUU.
A raíz de esto, la Junta Nacional de Seguridad del Transporte norteamericana (National Transportation Safety Board o NTSB) es la que debe decidir dónde se realizan los trabajos. De concretarse la cooperación estadounidense, los motores serán enviados en cajas lacradas.
Los trabajos para determinar si existió una falla humana o de la aeronave durarán aproximadamente dos semanas, según indicó el experto.
El trágico accidente aéreo se registró el pasado 25 julio, a escasos ocho kilómetros de la pista de aeropuerto de Ayolas, Misiones.
En el percance, murieron el ministro de Agricultura y Ganadería, Luis Gneiting; el viceministro de Ganadería, Vicente Ramírez, el piloto Gerardo López y el funcionario Luis Charotti.
La aeronave despegó del aeropuerto de Ayolas minutos después de las 18.00 horas y tenía como destino el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, en Luque.