10 nov. 2024

Mocro Maffia (II)

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Víctor Raúl Benítez González@victoraulb

El Paraguay es una sociedad decadente rumbo al colapso. Lo que expongo abajo es contundente. Hoy ya forma parte del sistema de procesos integrados de la Mocro Maffia que adquiere cocaína, por ejemplo, de Bolivia, embarca en puertos paraguayos, mete de contrabando y consume en los Países Bajos, España, Bélgica y Alemania para posteriormente lavar sus activos en Dubái. De ahí, la huida del Sr. Marset a ese país donde podría tener cómplices de negocios turbios. Todo con apoyo político. En mi opinión, el hundimiento futuro del Paraguay –gigante que estaba para resurgir, dicen que– no es una cuestión económica ni solamente política es una cuestión cultural. No existen raíces morales profundas. La gente sufre de lepra electoral, ya no siente dolor, y vota a sus verdugos.

El derecho y la justicia

El problema del Paraguay tampoco es solo con el Derecho. Es un problema de justicia. Todo es injusto en el país. Desde la desigualdad ante la ley, la distribución de los ingresos, los impuestos regresivos, los padres irresponsables, la violencia contra la mujer, el acceso a la salud y a la educación de calidad, la falta de agua y cloaca, los cortes de luz, la ciudad destrozada, los robos del dinero público, la regulada de los buses, el hambre y la pobreza, etc. El Estado de derecho es simulado con un esquema de múltiples normas que todo el mundo acata, pero no cumple. Luego viene la compra y venta de sentencias a medida y la verdad jurídica que casi nunca se corresponde con la verdad verdadera. El sentido de justicia a lo John Rawls es algo desconocido. La democracia es de fachada. La clase política celebra el rito del poder en elecciones con el pueblo empobrecido. Pero, luego, celebra el ejercicio del poder con las élites económicas formales e informales enriquecidas, y con las del submundo delictivo a las cuales, repito, le crean normas para venderles su incumplimiento. Pruebas recientes son las del ministro de Justicia aceptando que la cárcel es gerenciada por el clan Rotela, la confesión de Riera sobre la penetración de la mafia en todos los niveles del Estado y el caso de Interpol que, entre otros, no hace falta exponer por qué y para qué.

El experto Juan Martens, doctor en criminología, entrevistado sobre el caso Marset en el programa En Voz Alta de radio Monumental el 29 de noviembre afirma que el narcotráfico es un aspiracional juvenil que debe ser considerado como algo muy dañino, sobre todo, en aquellos que siguen la carrera de Derecho, dice, donde muchos alumnos le han dicho que solo estudian esa disciplina no por la justicia, sino para poder evadir el cumplimiento de la ley en el futuro, dentro de las normas. ¡Plop¡ Quizá una buena idea sería cerrar la Facultad de Derecho UNA, una especie de usina de algunos pichones del mal. Aquí se estudia derecho, pero muchos salen torcidos.

Este cierre debe ser solo por un tiempo, cinco a diez años, me dice el Dr. Benjamín Fernández, como hizo la Universidad de Yale, reorientando su malla curricular hacia algunas nuevas disciplinas, eliminado otras y contratando a nuevos profesores. La calidad de la justicia no va a empeorar por eso. Al final de cuentas, en el Paraguay sobran abogados y faltan albañiles. Muchos jóvenes quieren seguir los ejemplos del ex presidente y del exvicepresidente acusados de ser significativamente corruptos conforme a declaraciones internacionales, pero con abundancia de dinero una vida con muchos placeres y poca vergüenza. No hay aún confirmación de las acusaciones de los EEUU. Los jóvenes quieren aprovechar la impunidad, la vida fácil y, si se puede, tener la suerte de ser escogidos por algún patrón para ponerse el pañuelo que corresponda en el momento oportuno. Hasta puedes llegar a presidente, dicen. El que menos aspira, conservador, se quiere jubilar joven, con empleo, pero sin trabajo con un puesto en alguna Binacional, teniendo como únicas dos responsabilidades marcar entrada y salida durante N años y ajustar el aire acondicionado todos los días para no sufrir el calor. Pocos quieren competir en el verdadero mercado. Para los más audaces y emprendedores, a falta de ética y estética relacionadas con liderazgos dignos de emular, el modelo anhelado es la delincuencia sin consecuencias bien remunerada, sea en el sector público o privado. El sentido de destino y de última realidad es el de una sociedad quebrada con jóvenes ambiciosos, ignorantes, arrogantes que la quieren todo fácil, sin escrúpulos, en modo rentable y rápido. La Macro Maffia los puede reclutar. Veamos en números para qué.

Bélgica

El puerto de Amberes o Antwerp mueve 50 mil millones de euros año en desembarques de cocaína desde Sudamérica. Recibe por año 12 millones de containers en mercaderías formales e informales, por ser el segundo muelle, de 42 kilómetros de longitud, más grande y eficiente de Europa, después de Hamburgo el mayor de la UE. Acá en Alemania, en vez de ser gerenciada solo por marroquíes, la Mocro Maffia incluye a gente de los Balcanes. Albania, Bosnia y Croacia son los países origen de los mafiosos políglotas que, en el siglo pasado enfrascados en una guerra fratricida, se quedaron con armas y entrenamiento militar; además, polivalentes para el delito. La cocaína va entre bananas y café desde Colombia y entre carbón vegetal u otros productos legales desde Paraguay. Los contenedores de exportaciones de Sudamérica son las arterias por las cuales fluye la droga desde Montevideo, por ejemplo, con origen previo que podría ser Villeta. Cuando cae alguno se mueve un ejército de abogados inescrupulosos, políticos corruptos, fiscales vendidos, jueces inmorales y policías bandidos que, siendo jóvenes, ya sus estudios en la misma escuela de cadetes pudo haber sido financiada por los mercados del crimen.

Los puertos europeos compiten en costos y agilidad para el desembarque de productos legales desde Sudamérica. Amberes es un winner en este negocio. Pero por las mismas venas por las que anda el comercio legal también viaja el comercio criminal.

En el 2021 año de mucho comercio pospandemia, Amberes descubrió e interceptó 100 toneladas de cocaína. Esto sería el 10% de lo que llegó. Es decir, 900 toneladas entraron a Bélgica para los consumidores. El sistema escanea solo el 2% de las cargas. La demanda de Europa es superior y menos riesgosa que el comercio de drogas a Estados Unidos. En la UE con mayor consumo y puertos más vulnerables hay tres veces menor probabilidad de ser extraditado. Luego, 1 kilo de cocaína puede costar entre 25 a 50 mil euros, eso significa cerca de 50 mil millones de dólares año. Un vista de aduanas corrupto puede valer 50 mil euros mes, un kilo del producto.

Paraguay

Si en algún momento se confirma con condenas que la política paraguaya está financiada por la Mocro Maffia, se estaría comprobando que la casta, he´í Milei, estaba atacando al propio Estado constitucional para el cual trabaja.

Es algo increíble, predeciblemente irracional. Un suicidio democrático que puede acabar con la soberanía nacional. La mafia mueve millones de dólares en un negocio extremadamente lucrativo. El Estado paraguayo puede ser comprado íntegramente por ella. La economía subterránea del país es de 22 mil millones de dólares, según estudio de Hugo Royg y Seba Acha. El 46% del PIB formal. Con un PIB formal cercano a los 42 mil millones de dólares y presión tributaria de 10% al 13%, se recauda solo entre 4,5 a 6,0 mil millones de dólares, nomás. De eso, si el 55 al 60 por ciento va a gastos de personal, estos recursos humanos, entonces ganan alrededor de 3 mil millones de dólares. Luego, estos mismos, fácilmente pueden ser sobornados, digamos, con el 20 al 30 por ciento que puede invertir tranquilamente la economía informal de 22 mil millones de dólares para comprar violaciones de normas. Entre 4 a 6 mil millones de dólares sería más que suficiente para sobornar, hipótesis absurda, a todos los funcionarios del Estado en todos los niveles, tal como expresa el ministro Riera. La droga y el tabaco informales pueden manejar el país.

Conclusión

La política en función de gobierno accede dentro de la formalidad a alrededor de 5 mil millones de dólares, es lo que recauda el gobierno central, y aun así rapiña una parte de esto. Supongamos el 3,9% del PIB como dice el BID, 1.600 millones de dólares que se roba o se malgasta. Es cálculo supuesto de multilaterales, nada comprobado. Incluye quizá parte del presupuesto de entidades descentralizadas. No es irracional el monto como hipótesis preliminar.

Y según Óscar Orué se evadía alrededor de 1.900 millones de dólares año. Total, de 3.500 millones de dólares.

Esto ya puede estar incluido en lo que la economía subterránea maneja para corromper.

Nada bien. Todo mal. El colapso no está muy lejos. La gente que quiere un cambio está cansada y aceptaría cualquier cosa, aunque sea dictatorial.

Los casi 700 mil votos hechos con un celular por un alocado rupturista así lo comprueban. La cantidad de corrupción que puede soportar una democracia tiene límites.

Es de película. The end.

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