16 may. 2024

Ministerio de Economía, beneficios y cuidados

De acuerdo a las declaraciones del futuro ministro de Hacienda, Carlos Fernández Valdovinos, uno de los principales proyectos que el próximo gobierno impulsará será la creación del Ministerio de Economía y Finanzas.

Este es un pedido que desde hace muchos años viene realizando el sector empresarial basado en que el Ministerio de Hacienda que hoy tenemos es básicamente un buen “cajero” que se ocupa de aumentar las recaudaciones y de controlar los gastos.

El pedido era la creación de un Ministerio de Economía que sea la institución que piense en el desarrollo del país, que defina la estrategia a seguir y que alinee las políticas y el presupuesto público con dichas estrategias.

Aunque el proyecto anunciado aún no fue presentado, hay amplias experiencias positivas y negativas en muchos países de la región que debemos tener en cuenta en el momento de diseñar el futuro Ministerio.

Como siempre hicimos los países latinoamericanos nos hemos movido en el péndulo de tener ministerios de Economía “superpoderosos” a ministerios de Economía con muy poco poder y atribuciones.

Por ejemplo, hace tan solo 4 años cuando Bolsonaro llegó al poder en el Brasil, su influyente asesor económico Paulo Guedes decidió crear un “superministerio” de Economía donde él tenía bajo su jurisdicción las áreas de Hacienda, de Planificación, de Industria, de Comercio Exterior, de Trabajo y de Desarrollo y Gestión.

Este año con la llegada de Lula al gobierno, dichas áreas volvieron a desmembrarse en ministerios independientes, pero al hacerlo se aumentó significativamente la cantidad de ministerios dificultando más los problemas de coordinación económica.

Otro tema fundamental en el diseño del futuro ministerio de Economía es su relación con el Banco Central, donde las buenas prácticas internacionales nos recomiendan la importancia de la independencia de este último.

En este punto hay muchas experiencias negativas en la región, pero la peor es la de Argentina donde a lo largo de su historia, los poderosos ministros de Economía que tuvo, controlaron al Banco Central siendo esta una de las causas de la inflación endémica que sufren.

El otro extremo lo encontramos en Chile, con un Ministerio de Economía, Fomento y Turismo con muy poco poder y que tiene a su cargo solamente formular políticas y programas para promover el desarrollo productivo y tecnológico y temas regulatorios. Los grandes temas lo manejan el Ministerio de Hacienda y el Banco Central.

Además de tener en cuenta la experiencia internacional en el diseño, también tenemos que tener muy claro todos los problemas que existirían en el proceso de implementación.

A mí me gusta siempre recordar las palabras del gran pensador argentino Juan Bautista Alberdi que decía “en América Latina vivimos en permanentes revoluciones caligráficas” creyendo que escribiendo una ley puede cambiarse la realidad.

Para cambiar la realidad será fundamental la calidad de la implementación del nuevo Ministerio de Economía, fusionando gradual e inteligentemente algunas instituciones, eliminando cargos que se encuentran superpuestos, y, sobre todo, dejando a la mejor gente en la nueva institución.

En la aprobación de la ley no habrá mayores inconvenientes teniendo en cuenta que la amplia mayoría que tiene el gobierno colorado en ambas cámaras del Congreso, pero los problemas se presentarán cuando deba implementarse la misma y ciertos sectores del funcionariado público se sientan afectados. Creo que la creación de un Ministerio de Economía es buena para el desarrollo de nuestro país y también creo que Carlos Fernández Valdovinos tiene el conocimiento para que el diseño del mismo recoja las mejores experiencias internacionales.

Porque necesitamos un Ministerio de Economía que tenga el suficiente poder para liderar el desarrollo de nuestro país, pero tenemos que tener el cuidado de no caer en un exceso de poder que ponga en peligro el buen funcionamiento de otras instituciones, también importantes para alcanzar ese desarrollo.

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