12 may. 2024

Me regalaron un atrapasueños

Usted conoce mejor que yo qué es un atrapasueños.

Esa varita atada en sus puntas en círculo y dentro de ella un tejido en cordón fino formando figuras geométricas.

Dicen que atrapa los sueños malos. Por eso no me va atrapar el gran sueño bueno del que, hoy, les quiero hablar.

Sueño que cuando acabe mi vida aquí en la tierra, esta seguirá recorriendo América Latina, encarnándose en unos y otros de los mejores hijos de ella.

Y no porque echemos a nadie, sino porque los torturadores, los sicarios, los latifundistas con soja o ganadería, aquellos narcos, los ladrones de la riqueza del pueblo, todos aquellos que generalmente llamamos corruptos y politiqueros, voluntariamente, han renunciado a tenerlo.

Inclusive, si alguna vez cuando jóvenes lo tuvieron, el neoliberalismo extendido por todas partes los ganó para su causa.

Pero, hablemos ya del gran sueño.

Se trata del sueño de la patria grande en América Latina.

Algunos, tal vez, ni la recuerdan, pero es el karaku de nuestro continente.

Tenemos países con naturaleza y pueblos que son muy formidables.

Si estuviéramos todos unidos en un horizonte común, seríamos respetados por el Norte y por el extranjero en general.

Fue la idea madre de nuestros primeros libertadores.

Algo demasiado peligroso hoy para el imperio de los Estados Unidos.

Por eso hoy seguimos siendo colonia.

La Embajada se encarga en cada país de mantenernos atados.

Y los que tienen el poder económico ya se vendieron al imperio usando a los politiqueros, que no nos representan en absoluto.

Para que se publiquen estas líneas he tenido que escribirlas antes del domingo.

Haddad significa un paso adelante en la patria grande, Bolsonaro, un retroceso de años.

Lo que sí es cierto es que en el gran sueño de la Patria grande no hay atrapasueños que nos lo quite.

Deprisa o más despacio, venceremos.

No lo dude.

Pa’i Oliva.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.