La semana pasada, la Conferencia de Religiosos y Religiosas del Paraguay (Conferpar) realizó una peregrinación desde el Colegio Teresiano hasta la Catedral. Durante el recorrido, que incluyó una parada frente al Congreso, los participantes portaron carteles expresando su preocupación por diversos problemas que afectan al país.
Particularmente, el sacerdote jesuita Alberto Luna llevaba un cartel que decía: “Reforma del transporte público ya”, sumándose así al reclamo por una de las problemáticas más graves que afectan diariamente a la ciudadanía.
Durante la peregrinación, el cura fue abordado por agentes de la Policía Nacional, quienes le indicaron que no podía continuar en la marcha con ese cartel y que si lo hacía sería detenido. Con el propósito de evitar que la manifestación de religiosos se detuviera, el sacerdote dejó a un lado el cartel. “Me dijeron que si intentaba pasar, me iban a detener, y que yo era un infiltrado”, comentó a Monumental 1080 AM.
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Indicó que tras el percance, la lectura que hace es que el Gobierno quiere que la situación del transporte público se trate “a puertas cerradas” y la gente okikirĩ mante arã (debe callarse únicamente)”.
“Me huele a tiempos pasados, donde la calle era de la Policía”
Destacó que el tema fundamental a ser debatido es la reforma del transporte público. “Es el tema que debe ser atendido y es el problema de fondo”, observó.
Luna se hizo eco de un proyecto de ley presentado por parlamentarios de la oposición, el cual fue postergado, mientras tanto, el gobierno está preparando un plan de reforma, “pero la cosa no avanza”.
En tanto, indicó que los empresarios “están presionando para mantener el subsidio, que no es una solución, evidentemente”.
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“La gente que sufre, padece este problema, a pesar de los subsidios, lo cual evidencia que hay problemas que deben solucionarse en función de la gente y no de los intereses de grupos empresariales o políticos”, resaltó.
Mencionó la necesidad de que el subsidio realmente se controle, que las concesiones se den a empresas que sean competentes, que se distribuyan mejor los horarios, que se acabe con las reguladas. “Que la calidad del transporte de los buses justifique un subsidio y que haya reforma real del transporte para mejorar la calidad de vida de la gente”, subrayó.