El diputado colorado disidente Roberto González presentó un proyecto de declaración de emergencia sanitaria, asegurando que la falta de inversión, la deficiente gestión y las “inauguraciones vacías” continúan causando dolor y muertes evitables.
“La salud no espera. Mientras no aumentemos la inversión, profesionalicemos la gestión, el pueblo seguirá pagando con sufrimiento y muerte inevitable”, sentenció.
Recordó que más de 2.000 enfermeros y enfermeras marcharon hasta el Congreso para entregar una “lista desesperada” y mencionó que hay “cientos de medicamentos e insumos faltantes, equipos biomédicos parados, hospitales del interior saturados y pacientes que recorren cientos de kilómetros sin garantía de ser atendidos”.
“No fue una marcha partidaria, fue un SOS nacional. Lo escuchamos todos los días en distintos lugares de nuestra República”, expresó. Solicitó la declaración de emergencia sanitaria a nivel nacional. “Ya no necesitamos más mesas de diálogo que terminen en fotos. Necesitamos decisiones”.
Lanzó un llamado de atención a sus colegas durante la sesión, al cuestionar la distancia entre la clase política y la realidad del sistema de salud pública. “Señores parlamentarios, nuestras familias probablemente están cubiertas por seguros privados, no van a los hospitales públicos, no lloran su miseria ni su dolor en las frías salas de los hospitales”, afirmó, al señalar que la ciudadanía enfrenta diariamente carencias que los legisladores no sienten en carne propia.
González recordó que todos los días reciben pedidos de ayuda para cubrir medicamentos e insumos. “Acá no hay fanatismo de ninguna clase, hay empatía hacia nuestro pueblo. Tomemos conciencia de lo que está pasando en nuestro país”, insistió.
"¿O es que ustedes no reciben la solicitud de ayuda para completar medicamentos e insumos para gente que necesita prótesis, que necesita ser operado de alguna dolencia?”, increpó.
El legislador desafió a los demás parlamentarios a identificar una región donde la situación sanitaria sea satisfactoria. “Demuéstrenme en qué parte del país está todo bien. Que nosotros estemos bien es otra cosa”, sentenció.
El diputado del PLRA Carlos María López respaldó el proyecto y explicó que la declaración de emergencia permitiría “aunar los esfuerzos y trabajar en conjunto” para solucionar la falta de insumos y medicamentos, que es evidente en las constantes protestas y “polladas” que se realizan a diario para costear los tratamientos.
El diputado argumentó que la emergencia es la vía para que el Ministerio de Salud pueda “utilizar correctamente lo que ellos tienen” como presupuesto, que actualmente se encuentra subejecutado por una posible falta de una buena organización.
Por su parte, Rocío Vallejo dijo que la propuesta es más que atinada. “El Gobierno debe escuchar a la gente”, señaló. “Nos llevamos la sorpresa de medicamentos vencidos por más de 2.000 millones en el Hospital de Clínicas”, lamentó, haciendo alusión al reporte de la Contraloría General de la República (CGR).
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Diosnel Aguilera refirió que la baja ejecución del Ministerio de Salud puede deberse a la incapacidad de gestión o a la falta de desembolso del Ministerio de Economía.
Desde el cartismo, el diputado Yamil Esgaib objetó el proyecto y pidió más tiempo para tratar. “Al decir ‘emergencia’ se le da un cheque en blanco al Gobierno. Si hay una urgencia, correspondería”, precisó. Finalmente, se puso a votación la posibilidad de tratar el proyecto, sin embargo, no reunió los votos necesarios.