En la mañana de este lunes, la ciudad de Concepción se sumió en el dolor al recibir la triste noticia del fallecimiento del padre Alfredo Medina Molina, un destacado sacerdote salesiano que durante años entregó su devoción y servicio a la parroquia María Auxiliadora de la Congregación Salesiana en Concepción.
A la edad de 76 años, el sacerdote deja un vacío profundo en el corazón de la comunidad concepcionera, donde fue más que un líder espiritual; fue un ser querido, apreciado y respetado.
La feligresía salesiana se unió en el pesar ante la pérdida de este hombre considerado ejemplar, y que marcó la vida de muchos.
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El cuerpo del padre Medina será recibido con honores este lunes, a las 21:00 horas, para que le rindan homenaje sus seres queridos y la comunidad en la casa familiar, ubicada en el barrio Itacurubí, de la ciudad.
El velatorio será un encuentro para compartir anécdotas, rezar juntos y expresar el profundo agradecimiento por la vida de servicio del padre Alfredo. Los residentes de Concepción se preparan para brindar un adiós lleno de respeto y amor a quien dejó huella en sus vidas.
El próximo miércoles, la comunidad salesiana se vestirá de luto para acompañar el cortejo fúnebre que llevará al Padre Medina a su última morada en el cementerio de los salesianos, ubicado en la Parroquia Domingo Sabio de Asunción.
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Más allá de su vocación religiosa, el sacerdote salesiano fue un talentoso escritor literario que dejó un legado en forma de poemas, reflejando su profunda conexión con la espiritualidad y la creatividad.
Sus escritos perdurarán como testimonio de su alma sensible y su contribución al mundo de las letras.
Con la partida del padre Alfredo Medina Molina, Concepción pierde no solo a un líder espiritual, sino a un ser humano excepcional cuyo impacto trasciende las fronteras de lo religioso. Su memoria vivirá en los corazones de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y ser guiados por su sabiduría y compasión.