Tras días de críticas y disputas por el cierre de la Comunidad Misionera de Jesús en Hernandarias, el obispo Guillermo Steckling, brindó una entrevista a través de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), durante la cual señaló que la decisión de suprimir la comunidad trae mucho dolor no solo por el trabajo que muchos de sus miembros realizaban dentro de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, sino también por la gran cantidad de fieles que formaban parte. Aseguró que la situación es dolorosa por la “imposibilidad de explicar todo”.
Steckling citó varios puntos que “lo obligaron” a tomar esta decisión. Entre ellos, mencionó que le llamó la atención la vinculación con grupos extremistas, como el Yunque, una agrupación que está “al margen” de la Iglesia Católica y se vincula a movimientos políticos en distintos países. También mencionó que existiría una vinculación con un sacerdote argentino cuyas enseñanzas “son muy especiales”.
En otro momento, también dijo que se observó que el grupo religioso fundó la Liga Patriótica Universitaria, “lo cual no es malo en sí mismo”, aunque sí cuestionó que este grupo tiene vinculaciones con la política.
Agregó que para ciertas liturgias se prepara una especie de trono para el que preside, hay una gran solemnidad, mucha reverencia e incluso se le besa la mano al que preside. “Y lo último fue que cuando se había nombrado a un nuevo administrador parroquial ahí aparece un cartel que dice que en esta comunidad: ‘reciben el cuerpo en la boca que no somos dignos de tocarlo, si nos exigen tocarlo, comulguemos solo espiritualmente, en esta parroquia no aplaudimos, no bailamos’. Son actitudes que excluyen a otra gente que tiene otra manera de expresar su fe”, lamentó y agregó que estas prácticas no permiten la participación de todos los miembros de la Iglesia.
A esto se sumaron los comentarios en redes sociales de los miembros que incurren “no en una crítica sana”, sino que tienden a ir hacia el insulto, la ofensa, incluso casos de calumnias y difamación. “El comportamiento de algunos simpatizantes es lo que me ha hecho dudar, no porque me siento ofendido, eso se puede aguantar, ¿pero qué espíritu hay detrás?”, sostuvo.
Según el obispo, hace tres años se decidió cambiar la imagen del patrono de la parroquia, que es el Corazón de Jesús por la imagen del Sagrado Corazón de Jesús Cristo Rey, hecho que molestó a muchos fieles. También mencionó que las misas se celebran de espalda al pueblo y que hasta hace poco tiempo él no estaba enterado de esa situación, según detalló.
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Dijo que una intervención como esta se da cuando se considera que existen causas de división entre los fieles. Si en repetidas ocasiones se observa una disconformidad con el Magisterio de la Iglesia, hay criticas abiertas al Concilio Vaticano II, además de ciertas enseñanzas que no son enseñadas.
El obispo sostuvo que fue una “decisión necesaria”, argumentando que en conjunto ha visto demasiadas cosas “que no son de cristianos, que no son del Espíritu Santo y que se extiende cada vez más”. Alegó que la supresión se da tras años de trabajo y de intervención.
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“Es un grupo considerable y que ya está presente en otras diócesis, incluso un extranjero, con 25 hermanas, 25 hermanos, cuatro sacerdotes, 25 en formación”, comentó.
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Este martes, la Diócesis de Ciudad del Este comunicó la decisión de suprimir la comunidad, fundada el 21 de febrero de 2002. Anteriormente, se habían cerrado también comunidades Sacerdotales de San Juan (CSSJ), que incluyen al Seminario Mayor San José, todas creadas bajo la administración del obispo Jorge Livieres Plano.
Desde su página de Facebook, la Comunidad Misionera de Jesús emitió un comunicado en el que expresaban su tristeza ante la medida y manifestaba su acatamiento al cierre. En ese sentido, instaron a sus miembros y congregación a “que nos ayuden a sobrellevar con cristiana resignación la decisión de nuestro Pastor y a continuar por nuevos caminos de amor y servicio. Por eso, les llamamos a la serenidad, a la calma y a unirse a los Pastores en el servicio de Dios y por la salvación de las almas”.