El Tribunal de Sentencia se constituyó en el Complejo Aqua Village, de Altos, para inspeccionar la casa que el senador Erico Galeano vendió por USD 1 millón a Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, operación que se encuentra en el centro de la acusación por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito que soporta el parlamentario.
Durante la diligencia declararon sus abogados, Ricardo Estigarribia y Luis Almada, quienes sostienen que tanto la venta del inmueble como los vuelos atribuidos a la aeronave del legislador forman parte “de coincidencias” que, según ellos, la Fiscalía interpreta como hechos delictivos, sin prueba de conocimiento.
La defensa respondió especialmente sobre la coincidencia entre la propiedad vendida y el uso de la avioneta por miembros del esquema criminal. Almada afirmó: “No, en realidad esa es una vinculación… Esa es una vinculación errada.”
Explicó que en los hangares del aeropuerto existía una flotilla amplia de aeronaves para vuelos privados que podían ser contratadas sin restricciones extraordinarias: “Había una flotilla de 19 aviones que cualquiera yo podía contratar, ustedes podían contratar, simplemente teníamos que tener 700, 800 mil dólares para hacer ese viaje, y lo hacíamos”, afirmó.
Sobre la falta de conocimiento atribuido a Galeano, Almada respondió con énfasis cuando se le consultó si su cliente sabía quiénes utilizaban la aeronave: “Es que su cliente no sabía que Erico y Marset volaban en su avión”, justificó.
la avioneta. En cuanto a la operatividad de la avioneta, negó que funcionara como taxi aéreo, pero admitió que estaba habilitada para vuelos privados: “Todos los vuelos que están para vuelos privados en el hangar (…) tienen sus normas, sus reglas, sus verificaciones y son utilizados conforme a las disposiciones legales vigentes”.
Mientras la defensa sostenía esa postura, el Ministerio Público presentó y leyó documentos que describen una extensa lista de vuelos realizados por narcotraficantes de alto perfil en la aeronave de Galeano. Los fiscales detallaron que no solo se encontraron transacciones inmobiliarias sospechosas, sino vuelos utilizados por Sebastián Marset, Miguel Ángel Insfrán (Tío Rico), Jorge Giménez, Alberto Koube, entre otros.
La acusación sostiene que la aeronave ZP-BHQ formó parte de la logística criminal. También se remarcó que “no se hallaba documentación alguna que acredite operaciones de prestación de servicios en la modalidad de Taxi Aéreo”, para esa aeronave.