@lizanaliapy
En entrevista, la abogada Paloma Sequeira, coordinadora del Módulo de Prevención y Atención a la Violencia contra la Mujer, expone que desde el Centro de Ciudad Mujer lo que se pretende es acortar la ruta crítica de la violencia. Da algunas señales para detectar casos, ya que noviembre es el mes de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
–¿Cómo se trabaja desde esta coordinación de prevención desde el Ministerio de la Mujer?
–La coordinación del módulo de prevención y atención a la violencia contra las mujeres es un módulo muy especial, muy sensible del Centro Ciudad Mujer.
El Centro Ciudad Mujer nace en el año 2018, pero previamente el Gobierno, en ese entonces, estaba ya trabajando con otros organismos internacionales para justamente tener un modelo aquí, en nuestro país, Y, de hecho, es el único en Sudamérica.
Este modelo contempla varios módulos y, entre ellos, el de prevención y atención a la violencia, que es realmente la razón de ser del Centro Ciudad Mujer. Funciona de manera cooperativa, colaborativa y lo que pretende es acortar la ruta crítica de la violencia.
En este módulo funcionan siete instituciones del Estado, con oficinas que representan a la Defensoría Pública, el Ministerio Público, una oficina de la Policía, de la Corte, y el equipo integral del Ministerio de la Mujer, que se compone de psicólogas, trabajadoras sociales y abogados.
A su vez, tenemos representación del Ministerio de Justicia y de la Niñez.
Lo que se busca es que pueda tener la mayoría de servicios que requiere para ser atendida en el ámbito de violencia.
Pero no nos quedamos en eso, sino que también estamos trabajando en prevención a la violencia, tratando de abordar temas de sensibilización, buscando esa llegada también a la sociedad civil, empresas, para introducir este tema dentro del discurso diario de las personas.
–¿Es posible prevenir la violencia? ¿Cómo se puede detectar?
–Hay una campaña conocida del Ministerio de la Mujer, que es Noviazgo sin violencia. Yo no puedo decir que siempre es posible prevenir, pero sí es necesario brindar la información para que la mujer empiece a detectar cuáles son los tips que pudiese decirle: “Estoy ante una relación que podría llegar a ser agresiva”.
Si hay un control excesivo, ese celo excesivo, esa desconfianza excesiva, por ejemplo. Hay jóvenes que le ponen GPS ya a la novia.
Jóvenes me dicen: “Yo a él le tengo que contestar toda la hora la llamada o el mensaje, porque, si no, se vuelve loco, Me empieza a llamar 15 o 16 veces”. Es casi un acoso y son situaciones que tenemos que entender que estamos ante una violencia.
La violencia no solamente es empujón, no solamente es un grito. La violencia puede venir encubierta de muchas maneras y la víctima se vuelve totalmente dependiente emocionalmente de su agresor, de su pareja.
Y eso hace que la mujer en sí misma empiece a encerrarse o él mismo le empieza a bloquear toda su red de apoyo, le empieza a aislar de su familia, de sus amigos. Entonces, se queda sola y el único sostén emocional aparente que tiene es su pareja.
Y la violencia, por lo general va subiendo de tono. No es que yo voy a empezar una relación y al día siguiente me pega.
Por lo general empieza con un control, con un “no te pongás esa ropa”, “para qué vas a ir a este lugar”, “no estudies eso”, “yo te mantengo”.
–Vemos que las cifras de denuncias crecen cada año, ¿por qué?
–Yo quiero creer de que el motivo principal del aumento anual de denuncias es que efectivamente las mujeres se están animando a hacer la denuncia.
Anteriormente, ¿qué pasaba?, no existía esto supuestamente, pero sí que existía la violencia, pero se toleraban ciertos contextos y se callaban. Hoy en día, las mujeres ya hablamos, ya no toleramos tanto.
–¿Existen todavía carencias para dar contención a todas las mujeres víctimas?
Lastimosamente, el presupuesto del Ministerio de la Mujer es el más bajo de todos los entes del Estado, es menos del 1% y a pesar de eso realmente hacemos maravillas, porque ese espacio terapéutico es fundamental para que la mujer pueda salir de la violencia. Y en el centro de mujeres, tengo que ser honesta, contamos solo con una psicóloga.
Actualmente, el Ministerio de la Mujer está con un concurso público para solventar mejor esa parte, esa carencia que tenemos que es principalmente de profesionales.
Y entre otras necesidades, Ciudad Mujer sobre todo el módulo de prevención, bajo la coordinación general de Lilian Fouz, realiza un trabajo de seguimiento.
Si bien la tecnología hoy ayuda muchísimo a tener ese contacto con la usuaria, a poder ver a través de los Juzgados, no siempre se puede cubrir todo. Allí también necesitamos presupuesto para tener vehículos, para tener asignados esas cuestiones prácticas para poder llevarlas a la realidad. Ahora puedo ver que aparentemente el Estado está preocupado por esta situación, que es una carga pública en realidad. Nos cuesta mucha plata a nosotros los paraguayos cada feminicidio, porque detrás de esa persona de esa mujer fallecida hay una familia, hay un contexto, hay niños que quedan solos.
–¿Cuántas mujeres acuden a la contención en Ciudad Mujer?
En promedio, solamente en el módulo de prevención y atención a la violencia confluyen entre 250 a 300 mujeres al mes. Hasta hoy, mediados de noviembre, tenemos un aproximado de 1.900 usuarias (desde enero).
Cada mujer no recibe un solo servicio, recibe tres o cuatro servicios, como atención social, contención psicológica, asesoramiento legal y si es que pasa con la defensora especializada, también ya un patrocinio legal.
–¿Cuál es tu preocupación todavía con los casos de violencia?
–Lo que más me preocupa es cuando hay niños de por medio. Cuando la mujer está tan dependiente del varón y hay una violencia económica y estructural. Buscamos siempre la manera, las ayudas que tiene el Estado, pero nunca es suficiente cuando hay niños.
También me preocupa muchísimo la capacitación que puedan tener aquellas personas que toman decisiones, que tienen la lapicera, por así decirlo, Aquellas que están brindando las medidas cautelares de protección.
Si bien en Central hoy en día la mayoría de los jueces realmente resuelve con forme a derecho, todavía falta el enfoque de género en el Ministerio Público, en la Defensoría Pública, porque tengo que decir que hay usuarias que vienen decepcionadas y eso desanima a continuar con el proceso.
Son cuestiones que tenemos que ir corrigiendo, de instaurar el enfoque de género en todas las áreas, y especialmente en el acceso a la justicia.