27 abr. 2024

La mejor política social: El empleo

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Dra. Ana Rojas Viñales, economista, Investigadora Pronii

La política social, en general, se refiere al conjunto de acciones, decisiones y medidas de política pública que implementan los Estados para atender los derechos de la población. En particular, política social está enfocada a compensar o amortiguar las necesidades de las poblaciones más pobres y vulnerables.
La importancia de la política social se manifiesta en la garantía de la inclusión social, la lucha contra la pobreza, la generación de mejores oportunidades para el empleo y el bienestar de todas las personas. El tipo de política social depende de su trayectoria económica, social y política por la que transitan los países, el tipo de Estado y de su ideología.

El empleo en Paraguay ha transitado por un proceso de transformación interesante, pasando de una economía sostenida por el sector primario (o sea, la explotación de recursos naturales) a una economía basada en los servicios (sector terciario). Sin embargo, el empleo se enfrenta a grandes desafíos como la elevada informalidad (que supera el 60% de la PEA), las brechas de productividad y de ingresos, como así también la baja cobertura de la seguridad social.

Según los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPCH) del cuatro trimestre del 2023 (4T2023), la fuerza de trabajo en Paraguay, es decir, la población de 15 años y más (ocupada más desocupada) tuvo un aumento del 1,9 puntos porcentuales (pp) en comparación al mismo periodo del año 2022 (4T2022) (71,1% versus 69,2%, respectivamente). La tasa de ocupación en el mismo periodo aumentó 2,2 pp (65,2% y 67,4%), con un mayor aumento de la tasa de ocupación de las mujeres que tuvo una variación positiva de 3,1 pp frente al 1,3 pp de los varones (4T2023 - 4T2022).

En términos absolutos, hubo un aumento de 119.061 personas ocupadas comparando el 4T2023 y 4T2022, que desglosando está compuesto por un aumento de 40.922 varones (34,4%) y una aumento de 79.139 mujeres (65,5%). Con esto se confirma que el empleo femenino es el que más crece, aunque el ingreso promedio mensual percibido por las mujeres representa el 76,5% de lo que perciben los varones en el 4T2023 y que equivale a una brecha salarial de G. 778.056, brecha que creció si se analiza el mismo periodo pero del año anterior, cuando las mujeres percibían como ingreso promedio mensual el 77,8% del ingreso de los varones, que nominalmente era G. 669.458. Es decir, la brecha salarial entre hombres y mujeres creció en G. 108.559 considerando el 4T2023 y el 4T2022.

Este mismo análisis puede hacerse considerando las categorías de ocupación (la condición en el empleo: trabajador asalariado, trabajador independiente, trabajador doméstico) y por área de residencia (urbano rural), incluso cruzando estas características y el resultado estaría mostrando la situación particular del empleo. Por ejemplo de una mujer empleada en el sector público que vive en zona rural o de un varón que trabaja como independiente en el área urbana.

Ahora, también es importante analizar cuál es el sector económico que ocupa mayor cantidad de empleo en nuestro país. Confirmando lo que ya se mencionó, el sector servicios, el que encabeza la ocupación con el 66,1% en el 4T2023 con relación al 64,6% del 4T2022, es decir, hubo un aumento de 1,4 pp, un pequeño aumento también en el sector secundario de 0,1 pp y una disminución de 1,5 pp en el sector primario. Esta ha incorpora dinamismo y mayores oportunidades para que el crecimiento económico de Paraguay sea sostenible y se mantenga por la senda favorable en la que se encuentra desde hace ya unos años (promedio de 3,6% entre 2010-2023).

El empleo decente, con buenos ingresos, de alta productividad, con seguridad social permite que las personas accedan a mejores condiciones de vida, con mejor educación, vivienda, salud y garantía de atención ante situaciones inesperadas, como por ejemplo las enfermedades y accidentes. Por lo tanto, el desafío y compromiso de Paraguay es generar, por un lado, las condiciones para que la población pueda capacitarse y adquirir mayores calificaciones y, por otro lado, crear mayor oferta de empleos formales, en los cuales las personas, hombres y mujeres puedan ocuparse y desarrollarse, con equidad legal, social y económica.

En conclusión, debido a que la política social depende de la trayectoria económica, social y política de los países, resulta indispensable para Paraguay superar las condiciones de pobreza y vulnerabilidad de la población (que ronda aproximadamente en 24,7%) para enfocarse en que esa misma población acceda a mejores oportunidades laborales y así se genere un circulo virtuoso de desarrollo inclusivo y crecimiento sostenido con igualdad entre hombres y mujeres.

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