La delincuencia sigue gobernando las calles. La desesperante inseguridad que soporta la ciudadanía es cada vez más acuciante y hasta privatizante de propios sueños que tienen la mayoría de las víctimas, que salen a trabajar o estudiar, pero que son objetivos principales de la delincuencia imperante.
Es el caso de Julio Manuel Galeano González, un joven que resultó herido de bala el pasado sábado, cuando huía de dos motochorros, que ya habían asaltado antes a dos personas en el túnel Semidei del barrio Loma Pytã de Asunción.
La víctima fue sometida a una cirugía que duró ocho horas, pero no le pudieron extraer la bala que se encuentra alojada en el tórax, por lo que su salud sigue delicado.
Patricia Galeano, madre del joven, mencionó estar destrozada, ya que su hijo se encuentra luchando por su vida, después de un hecho del cual “es inocente”.
“La inseguridad que tenemos en Paraguay, que nunca se puede solucionar, y me duele en el alma como madre”, refirió tajante.
La mujer detalló que su hijo es un joven muy trabajador, bueno y que no le perjudica a nadie. También dirigió algunas interrogantes al presidente Santiago Peña, exigiendo mayor resultado en materia de seguridad. “¿Cómo podemos vivir así, yo como madre digo, mi hijo como va a salir ahora a trabajar, con ese miedo no va a poder salir, él tiene que estudiar, sale de la facultad a las 11:00 de la noche, hasta en eso le perjudica muchísimo de la nada”, apuntó.
Discurso desgastado. Sobre la inseguridad reinante, el ministro del Interior, Enrique Riera, manifestó ayer, que se sigue aguardando por el egreso de más personal policial para cumplir con las tareas de prevención. Dijo que antes de marzo del próximo año habrá 1.800 agentes del Grupo Lince con 900 motocicletas recorriendo las calles, dato que ya lo había dicho en el mes de agosto.
También refirió que busca que una parte de los fondos de la Senabico pueda “ser reinvertidos en seguridad”.
Además, señaló que el problema de las cárceles tiene relación directa con al aumento de los hechos delictivos. “Si resolvemos el problema de las cárceles, resolvemos el problema de seguridad de afuera porque son ellos (clanes) los que administran parte importante del narcotráfico”, explicó.
Sin embargo, mientras se aguardan mayores resultados en materia de seguridad, la ciudadanía sigue padeciendo a diario violentos hechos delictivos.
Algunos hechos delictivos recientes
Frutería. Dos delincuentes armados asaltaron ayer, en horas de la mañana, una frutería de nombre San Miguel, ubicada en Pedro Juan Caballero. Los malvivientes llegaron en una motocicleta hasta el local, y tenían cubierto el rostro, uno con el casco de seguridad y el otro con un kepis, y amenazaron con sus armas al dueño del local. Según la denuncia, los delincuentes se llevaron la suma de G, 500.000. El hecho quedó grabado por las cámaras de seguridad.
Gasolinera. Dos asaltantes encapuchados, con camperas negras y portando pistolas ingresaron hasta la oficina administrativa de una estación de servicio, en Minga Guazú, y con suma violencia se alzaron con más de G. 65 millones y una escopeta. Llegaron en un automóvil, donde un cómplice lo aguardaba al volante. Ocurrió ayer, cerca del mediodía.
Villa Morra. Tres delincuentes bajan de un automóvil y asaltan a dos grupos de personas. Ocurrió en la madrugada del sábado sobre la calle Malutín. Según las denuncias realizadas ante la Comisaría 6ª Metropolitana, los delincuentes bajan de un automóvil negro y a punta de arma de fuego despojan sus teléfonos celulares. Pocos metros después, en la misma calle, los mismos delincuentes asaltan a otro grupo, con el mismo modus operandi.
Corrupción. La Comandancia de la Policía dispuso ayer la intervención de la Comisaría de Tavapy, Alto Paraná, para determinar cuál es el nivel de complicidad de los agentes policiales en los hechos de asaltos protagonizados por una banda criminal en la zona contra ciudadanos japoneses. En la zona, se cometieron una serie de asaltos efectuados por una banda criminal que ingresaba a las viviendas, mantenía en vilo por varias horas a las víctimas, se alzaba con todo lo que podía y abusaba sexualmente de las mujeres.
Domiciliario. El pasado 19 de octubre, una vivienda del barrio Ka’aguy de Capiatá, propiedad de una pareja de policías, fue el objetivo de tres malvivientes, quienes llegaron a bordo de un camión blanco y tras forzar la entrada principal, ingresaron al inmueble y se alzaron con electrodomésticos y otros objetos de valor.