De nada valieron los contundentes dictámenes de la Secretaría de Tributación, de la Secretaría Anticorrupción, de la Auditoría del Poder Ejecutivo, de la Contraloría, ni de la mismísima la Fiscalía que luego de tomarse un largo tiempo imputó al gobernador de Central, Hugo Javier González, y otras 15 personas por lesión de confianza, declaración falsa, producción de documentos no auténticos y asociación criminal por dudosas obras en la Gobernación de Central.
Dinero del pueblo entregado para mitigar los efectos socio-económicos de la pandemia. Mientras más de 16 mil personas morían por efectos del coronavirus por falta de recursos en los hospitales públicos, esos fondos fueron desviados hacia los bolsillos de una claque corrupta y canalla.
La Cámara de Diputados, bautizada con toda razón como la Cámara de la Vergüenza, volvió a hacer de las suyas. Evitó la intervención a la gobernación con el voto unánime de 42 diputados colorados (cartistas y no cartistas). En una muestra rastrera de lealtad a Horacio Cartes, 7 liberales se ausentaron aún cuando sus votos no marcaban ninguna diferencia a favor de la ANR. Abyección pura.
Más allá del relato que pretendían instalar los cartistas repitiendo como letanía “las obras están”, la gravedad de la decisión recae en el desprecio absoluto hacia las instituciones republicanas creadas para fiscalizar los actos públicos y combatir la corrupción. Por cierto, instituciones dirigidas por funcionarios colorados y que pocas veces apunta hacia el poder. Aquí no hay vendetta ni oportunismos políticos. Acá hay blindaje puro y duro.
¿Las pruebas? Simple chuchería
Otra falacia montada fue que la intervención implicaba una sentencia previa de muerte. Una intervención no es otra cosa sino la investigación de los hechos denunciados. Si la comisión encargada no encuentra las pruebas de las acusaciones, no propondrá la destitución.
Y aunque lo hiciese, la palabra final la tiene la Cámara de Diputados que por mayoría absoluta de votos decidirá destituir o no. Es decir, la decisión es altamente política. Pero la ANR no permitió siquiera eso, aún teniendo la mayoría absoluta para aplanar lo que sea necesario.
¿Y la interna?
Previa a la decisión, hubo especulaciones con respecto al comportamiento de la bancada oficialista, teniendo en cuenta que el escenario electoral se polarizó entre Horacio Cartes y el vicepresidente Hugo Velázquez.
Es una visión simplista se conjeturó que el bloque de Añetete iba a votar por la intervención. Por ello sorprendió la unidad granítica de la ANR a la hora de evitar la transparencia, por encima de los intereses movimentistas.
¿Porqué el oficialismo no golpeó a Cartes con la intervención? Son varias versiones. Desde el cartismo agitan que otros diputados oficialistas pasarán en breve a Honor Colorado y ésta fue su prueba de fe.
Otros señalan que el habitual “mensalao” estuvo más cargado que otros tiempos. Pero algunos colorados lo explican más llanamente: “Es una posición política, ninguno votará por la destitución de un correligionario intendente o gobernador.
Si es corrupto, que se vea con la Justicia”, afirman porque saben que tienen el 90% de las acciones del Poder Judicial. Sino que lo diga el diputado Tomás Rivas, que luego de chicanear desde el 2018, logró extinguir su proceso gracias a un tribunal a medida que acomodó la ley para beneficiarlo.
Tal vez porque no estaba Brian Skaret, el misterioso funcionario de la Embajada de EEUU que vigiló todo el proceso a los González Daher.
Además, Hugo Javier tiene el plus de haber roto la hegemonía liberal en Central, luego de 26 años ininterrumpidos de administración opositora. Por ello, los colorados no cargarán en sus espaldas semejante pecado.
En el cartismo no perdonan aún a Mario Abdo que se jugó por la intervención de la municipalidad de Ciudad del Este que significó el fin del clan Zacarías Irún. Luego de la crisis colorada, el independiente Miguel Prieto va por el segundo mandato. “No sabemos cuándo vamos a recuperar”, señalan con lógica electoral pura.
Otra hipótesis es la repartija del presupuesto de la administración regional. Es la postura del diputado liberal Edgar Acosta: “A Hugo Javier lo defendieron por un negocio, porque tienen votos. La desorganización en Central está organizada, este es un esquema que está montado”.
¿Cómo se maneja la lógica electoral de los partidos tradicionales y especialmente en la ANR? Toman decisiones cuando está en juego la cuestión electoral, si la situación les reditúa votos o corren el riesgo de perderlo, y el dinero, no importa el color, porque gracias a esos fondos (tomados del dinero de la corrupción, del narcotráfico y otras fuentes profundas) les permite permanecer en el poder.
Con el caso Central, cae el doble discurso del combate a la corrupción. Ni Cartes/Peña ni Velázquez pueden justificar los votos del blindaje a la ciudadanía no colorada y a la que apelarán cuando se desate la campaña presidencial. Tal vez especulen con la flaca memoria de la gente, aunque hoy con las redes sociales ya no es tan fácil sepultar palabras, acciones y omisiones.
Dicen los colorados que si aprobaban la intervención hubiera sido dejar caer el hacha sobre sus pies. Aunque estén ciegos de poder, el hacha hace tiempo hace piruetas en el aire.
SIC: “Concretamente, (los jueces Héctor Capurro y Juan Carlos Zárate) violaron la ley. Es un fallo lamentable. La extinción (del caso del diputado cartista Tomás Rivas) se da por una supuesta reparación integral del hecho y la que tiene que aceptar esta reparación es la víctima. Esto se hace a través de un acuerdo de voluntades, ese acuerdo firmó una persona que no tiene legitimación activa (Pedro Alliana). Es un teatro y por supuesto vamos a apelar”. (Fiscal Luis Piñánez)
Lo que hay que saber
CORRUPCIÓN. El Ministerio Público solicitó 8 años de cárcel para el ex intendente de Lambaré, el colorado Roberto Cárdenas, ya condenado en la causa de la caída del techo de una escuela.
ELECCIONES: El 30 de abril de 2023 se realizarán los comicios presidenciales, según estableció el TSJE. El 2022 será un año netamente electoral, que teñirá todos los actos de Gobierno.
ALGO SE TRAE. Lilian Samaniego le ganó la pulseada al cartismo y dirigirá la Comisión Permanente del Congreso, en momento clave de la interna presidencial colorada del 2022.
NO IRÁ A LA OEA. Fue por su ideología de derecha, pero a Enrique Riera sus correligionarios no le votaron por su soberbia, sus aires de superioridad. La venganza es un plato que se sirve frío.