Luego de la catastrófica caída de Colombia contra Ecuador en Quito por 6-1, versiones surgidas en Ecuador y ampliadas en el país cafetero hablaron de una pelea, con malos tratos y violencia incluida, entre jugadores colombianos tras el pitazo final. Ante esas versiones, el capitán colombiano y uno de los más criticados por la prensa y el público, James Rodríguez, salió al paso de ellas en un comunicado.
Allí el jugador del Everton inglés informó a “la opinión pública, medios de comunicación y aficionados” su desmentido de “todo tipo de supuesta información” en alusión “a los tratos, agresiones, disputas o todo tipo de controversia suscitada entre jugadores y en que se me menciona como protagonista”, dice parte del texto.
Aseguró que “nosotros los jugadores somos los primeros en reconocer la responsabilidad” no solo de la caída en Quito, sino la de unos días antes en casa contra Uruguay por 0-3.