Richart González
ITAPÉ
El tradicional paseo en canoa por el río Tebicuarymí, en el distrito de Itapé, Departamento del Guairá, es toda una atracción turística para muchos visitantes de todas partes del país, más aún en esta época de intenso calor.
Al llegar a las orillas del río Tebicuarymí en Itapé ya se puede divisar la gran cantidad de canoas que aguardan realizar recorridos por las majestuosas aguas. Uno puede elegir a cuál canoa subirse y el recorrido es una verdadera aventura.
Uno de los canoeros de la zona manifestó que todos los días reciben visitantes, pero más aún los fines de semana, incluso en familias o grupos de turistas que buscan hacer algo diferente.
El costo por persona para el paseo es de G. 5.000. Además, se puede cruzar el río con una balsa que tiene un costo más elevado. En días de intenso calor, los turistas aprovechan para refrescarse en las caudalosas aguas del Tebicuarymí.
PUNTO ESPIRITUAL. A orillas del río, también está el oratorio erigido en honor a la Virgen del Paso, por donde pasan los devotos a dejar sus oraciones. Algunos incluso cumplen sus promesas llegando a pie hasta el lugar.
El oratorio de la Virgen nunca se ha derrumbado, a pesar de las grandes lluvias y el desborde del río, ya que cuenta con una base de piedras antiguas que sirven como soporte.
La Virgen del Paso de Itapé, espera este año a unas 60.000 personas en el marco de la festividad en honor a la Santa Patrona que se celebrará el próximo 18 de diciembre.
El distrito de Itapé es considerado como la capital espiritual del Guairá, ya que cada año recibe a promeseros que peregrinan más de 18 kilómetros por la Ruta de la Fe, que une a esta localidad con Villarrica.
La fe en la Virgen del Paso comenzó en el año 1954, cuando la imagen de la Virgen de Caacupé se dirigía al distrito de Tebicuary y debido al mal estado del camino fue trasladada por el río Tebicuarymí, por Itapé, donde al cruzar el río, su manto rozó las aguas caudalosas y desde entonces han ocurrido distintos hechos considerados como milagros por los devotos, según la historia que comentan los antiguos pobladores.
En 1956 se erigió un oratorio en homenaje a la Virgen, a orillas del río Tebicuarymi, debido a que gracias al paso de la Virgen, se han vivido experiencias sobrenaturales que hasta ahora son recordadas por los lugareños.
El sitio religioso de Itapé recibe cada año a miles de devotos que prenden velas en la base del oratorio y dejan sus pedidos o agradecimientos a la Virgen.