En ese sentido, se habla que el crecimiento del comercio electrónico y la sofisticación del cibercrimen convirtieron la ciberseguridad en una pieza esencial para prevenir pérdidas financieras.
Según un indicador a nivel mundial, presentado por Mastercard durante una reciente conferencia, el 60% de los líderes en prevención de fraude se enteran de las brechas de seguridad solo después de que comienzan las pérdidas.
Esta referencia indica que los ataques rara vez se originan en el punto de transacción, sino mucho antes, en el entorno digital, de acuerdo con el estudio presentado. En ese mismo contexto global, pruebas recientes de monitoreo de amenazas permitieron detectar dominios maliciosos vinculados al robo de datos de casi 9.500 sitios de comercio electrónico, responsables de un fraude estimado en USD 120 millones.
Recordemos que la Estrategia de Reducción de Fraudes para Puntos Finales del SIPAP promueve el intercambio de información sobre amenazas, la capacitación continua del personal y la adopción de tecnologías avanzadas –incluyendo inteligencia artificial y monitoreo automatizado– para anticipar fraudes antes de que se materialicen.
Con esta iniciativa, el país se alinea con las recomendaciones internacionales del Banco de Pagos Internacionales y del Banco Mundial sobre seguridad de los puntos finales y resiliencia operativa.
En la región, los bancos centrales y las entidades financieras también fortalecen sus políticas de protección.