La operación, en la que hay implicados más de mil soldados, es un “extenso esfuerzo antiterrorista” y durará “todo lo que sea necesario”, según el portavoz del Ejército israelí, Richard Hecht.
Tras detener a más de una veintena de sospechosos, las tropas israelíes continúan operando dentro del campo de refugiados de Yenín –controlado militarmente por la Brigada de Yenín, que aglutina a todas las milicias de la zona–, durante más de quince horas de incursión desde que ésta comenzó a primera hora de la madrugada con bombardeos aéreos desde drones sobre “objetivos terroristas”.
La operación, bautizada “Casa y Jardín”, se ha cobrado de momento la vida de ocho palestinos, cinco militantes y tres menores, y ha dejado medio centenar de heridos, diez de ellos en estado grave, confirmó el Ministerio de Sanidad palestino.
Un joven de 21 años murió por disparos israelíes en un incidente separado en Al Bireh.
“FOCO DE TERRORISMO”. “El campo de Yenín es el principal foco de terrorismo en la zona”, indicó Hecht, quien explicó que, en el último medio año, cuando se intensificaron los ataques palestinos, más de 50 intentos de atentado con disparos han sido cometidos por milicianos con base en Yenín, donde además se esconden unos 19 “terroristas” huidos de otras zonas de Cisjordania.
El campamento de Yenín fue escenario de una conocida incursión durante la Segunda Intifada, en 2002, que acabó con 52 palestinos y 23 soldados israelíes muertos tras 10 días de combates; un símbolo para la resistencia palestina.
Este lunes, primero el Ejército israelí ha efectuado asesinatos selectivos y atacado instalaciones militares de los grupos palestinos con drones -usados en los últimos veinte años solo para vigilancia en Cisjordania, y luego, ha entrado al campamento de Yenín, donde se desataron enfrentamientos armados con milicianos en el campamento, donde viven unos 20.000 palestinos, y más de mil militantes.
“En las últimas horas asestamos un duro golpe a las organizaciones terroristas en Yenín con logros operativos impresionantes”, afirmó el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant.
Por su parte, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) condenó la operación como “un crimen de guerra” e instó a la comunidad internacional a tomar medidas contra Israel, mientras que el presidente palestino, Mahmud Abás, convocó una reunión de emergencia Mientras, las milicias palestinas de Gaza, entre ellas Hamás y la Yihad Islámica (YIP), advirtieron de que la continuación de la operación militar en Yenín conducirá a una “amplia escalada” y prometieron “responder a la agresión israelí".