Las debilidades en el seno de la Policía Nacional deben ser tomadas por sus autoridades como desafíos para cambiar con el tiempo. Un nuevo caso en el que están sospechados tres policías como apoyo logístico de piratas del asfalto debe ser otra señal de alerta para el Comando Institucional. Hay que seguir depurando las filas para que queden aquellos que tienen la actitud, la aptitud y la integridad necesarias para la misión. El policía debe ser visto como aliado del ciudadano. Para eso tiene que seguir construyendo confianza.
La Policía Nacional cumple un rol de gran relevancia en la sociedad. No solo su importancia radica en lo que corresponde a la seguridad en las calles, para los ciudadanos y las empresas, sino que asimismo es una institución que debe velar por la democracia, ya que le compete proteger a los tres poderes del Estado de cualquier acto de violencia, en el marco de la legalidad.
La Constitución Nacional, en su artículo 175, establece que es una institución profesional encargada de la seguridad interna de la Nación. Tiene la misión de preservar el orden público legalmente constituido, así como los derechos y la seguridad de las personas y entidades y de sus bienes; ocuparse de la prevención de los delitos, ejecutar mandatos de autoridad competente y, bajo dirección judicial, investigar los delitos.
Es decir, la competencia de la Policía Nacional es de mucha trascendencia para el buen funcionamiento de una sociedad, por lo cual cada uno de sus miembros también deben hacer bien los deberes, tener un comportamiento adecuado como policías, tanto a la hora de actuar como tales o cuando están fuera de servicio, porque al final aún estando fuera de servicio siguen siendo policías.
Debido al rol fundamental que cumplen cada uno de los integrantes de esa noble institución es que siempre están bajo lupa. El ciudadano que anda por el camino correcto siempre quiere confiar en el policía, porque sabe que un buen policía es una garantía ante cualquier hecho que le pueda afectar.
El problema radica cuando se encuentra con un policía que camina torcido. El que se mueve a dos puntas: A la luz con el uniforme policial aparentando estar con la ley, pero a la vez también en la clandestinidad cuando le hace un guiño a la delincuencia.
Lamentablemente, así como existen muchos agentes de bien, también están aquellos que generan una señal de alerta negativa en la Policía. Es el caso de los tres policías que están bajo sospecha por haber actuado como apoyo logístico de piratas del asfalto que atacaron un convoy de encomiendas. Fueron detenidos por sus pares, por orden de la Fiscalía.
Esta situación nuevamente es una alarma para el Comando Institucional a los efectos de insistir en seguir depurando sus filas para que dentro queden aquellos que verdaderamente tienen la actitud, la aptitud y la integridad necesarias para ser policía. Estas conllevan la predisposición, la voluntad y la vocación requeridas para tan exigente función. Así como las habilidades y la honestidad para asumirla. En este sentido, las instituciones académicas de la Policía Nacional tienen una misión fundamental para que queden los mejores y que cada vez sean menos los que no están preparados para el cargo. La ley de modernización de la Policía Nacional puede coadyuvar para estos fines.
El policía en la práctica debe ser un aliado del ciudadano y que este lo vea como tal. Para eso tiene que seguir trabajando muy fuerte para que la sociedad pueda depositarle toda su confianza, porque aquellos que actúan al margen de la ley, aunque sean minoría, socavan esa credibilidad.
En este contexto, tampoco se puede dejar de señalar los buenos trabajos realizados por la Policía Nacional en diversos procedimientos y el esfuerzo que realiza la mayoría de sus integrantes. El grupo Lince, por ejemplo, ha generado buenas sensaciones. Por ello es justo decir que existen aspectos también muy positivos , y otros puntos a revertir o a ir disminuyendo internamente como la corrupción en sus filas o la muy baja preparación en algunos, que la desacreditan. Estas debilidades, deben ser tomadas como desafíos para cambiar con el correr del tiempo por las autoridades de la seguridad pública.