Los números de venta de la cementera sorprenden por el hecho de que, al igual que todas las empresas y sectores, también tuvo una baja en despacho y comercialización. Además, con este panorama igual requirió comprar recientemente 40.000 toneladas de clínker importado.
Consultado cómo se explica este movimiento en ventas que, incluso, supera a la capacidad de despacho, el titular de la INC, Ernesto Benítez, dijo que es debido a que en abril la venta bajó y los clientes fueron retirando sus cargas pendientes.
“Es natural que ahora vuelvan a comprar en cantidad para ganar posición y no desabastecerse. Las obras se están rehabilitando y la demanda va a subir bastante para reactivar la economía y recuperar el tiempo perdido”, sostuvo aunque en el sector de la construcción no hay manifestaciones alentadoras en este sentido.
Subrayó que es justamente por el aumento de la demanda que la cementera está comprando clínker importado. Indicó que “cuando se realizan las paradas, obviamente, se para la producción de clínker nacional, pero la demanda no baja”.
En su argumento para justificar la polémica compra de 40.000 toneladas de materia prima importada, dijo que si no lo hacía se tendría que reducir la cantidad de cemento despachado para no romper el stock. “En vez de 50.000 tendríamos que despachar 20.000 o menos durante casi dos meses, dando lugar a los especuladores y a la importación de cemento sin poder controlar el precio de venta final”, enfatizó.
Benítez dijo que aún si la producción del horno en este momento fuera de dos mil toneladas de clínker, la INC tendría capacidad para moler más materia prima. “Es complejo el funcionamiento de la industria. Se conjugan un montón de factores”, refirió.
INVERSIÓN. Insistido en cómo se puede entender racionalmente que se invirtieron 80 millones de dólares para mejorar la producción, pero igual se siga comprando clínker importado, el titular de la INC, apuntó que ya explicó antes que no se puede medir el resultado del proyecto de inversión hasta que se instale el nuevo ventilador del horno.
Refirió que, aún así, solo con el cambio del sistema de combustible de fueloil a coke se está pagando mucho menos en este concepto. Apuntó que como los precios están en dólares, la diferencia de cambio no permite sentir el ahorro. Esto último queda flotando en la incógnita respecto a los antecedentes del ex presidente de la INC, Jorge Méndez, quien no se cansaba de repetir que solo el cambio de combustible iba a asegurar un ahorro de 22 millones de dólares anuales.
Benítez apuntó que quizás antes no se hizo bien el trabajo. También afirmó que “ninguna industria del mundo sobrevive sin inversión”.