En el Día Mundial de los Animales recordamos, en especial, a las mascotas que nos brindan su amor y compañía en casa. Son una parte muy importante en la vida de sus dueños, hasta el punto de ser considerados como humanos, conducta conocida como antropomorfismo.
Si escuchás frases como: “Mi perro por poco habla”, o que algunos presenten a sus mascotas como sus “bebés” y les hablen en diminutivo, tenés que saber que esta conducta puede resultar peligrosa para los animales.
La doctora en veterinaria, especializada en comportamiento de perros y gatos, Sofía Manchini, conversó con Última Hora sobre el trato que se le debe de dar a la mascota y advierte sobre los riesgos de antropomorfizar al animal. Es decir, tratar de cambiar la especie del animal por la humana.
Mencionó que querer como hijos a las mascotas no es malo, lo dañino es pensar que son humanos. “Una cosa es que el afecto a la mascota sea al igual que a un hijo. Cada uno es responsable del nivel de amor que le tenga a su mascota”, afirmó.
“Lo que sí está mal es rechazar las conductas propias caninas o felinas, cambiándolas por conductas de la especie humana”, aclaró.
Por ejemplo, la profesional explicó que un animal, como un canino, debe salir a pasear por sus propios medios, utilizando sus patas, contrariamente a la idea de pasear a los perros en carritos.
“El caminar, oler, orinar y defecar es una forma de diversión para el perro; ellos se están dispersando y, al no permitirles hacer esto, le estamos coartando sus conductas”, agregó.
Otras de las formas en que se presenta el antropomorfismo es cuando no se deja disfrutar de un paseo normal al perro, ni que se revuelque en el pasto, tampoco que se ensucie. Así como llevarlo varias veces a la semana para su baño, lo que es nocivo para el animal.
Festejar el cumpleaños, comprarle ropa ¿bueno o malo?
Para la etóloga, son los perros los que tienen una mayor conducta sociable, puesto que su naturaleza de dependencia hacia sus dueños permite que se los lleve de compras, vestirse con diferentes indumentarias, usar calzados o festejar su cumpleaños, por lo que esto no necesariamente es malo. Sin embargo, se deben tener en cuenta ciertos cuidados.
“Estoy de acuerdo en que el perro acompañe al propietario. No obstante, también hay que acostumbrar a que el perro esté solo, porque ocurre un problema de comportamiento que se llama ansiedad por separación”, aseguró.
Los síntomas de este comportamiento se evidencian cuando se deja solo al perro, sin su figura de seguridad, que es el dueño, lo que le produce un ataque de ansiedad. El perro empieza a salivar, la frecuencia del ritmo cardiaco aumenta y llegan a destruir cosas de la casa, señaló la especialista.
Manchini aconseja que lo mejor es, paulatinamente, dejar solo, por un tiempo, al perro para que pueda ir tomando costumbre.
“La cuestión de las ropas tiene que ser progresiva, entendiendo que la misma cumple una función de abrigo, no de moda. Si el perro tiene frío, porque hay razas que tienen frío, puesto que su pelaje no le provee de abrigo y su característica física no le protege del frío, entonces sí le debemos abrigarles”, aseveró.
Resaltó que esto solo debe de darse si el animal está habituado a una ropa, pero si al perro o gato le molesta el atuendo o calzado y es un capricho del dueño, es muy probable que el animal sufra estrés.
“Hoy en día vemos muchísimos videos en los que se observa que el perro no puede caminar bien y la gente se ríe, sin saber que realmente el perro está súper incómodo. El perro está sufriendo”, afirmó.
Hablale como bebé, pero imponé límites
La experta en conducta canina sostiene que el problema en el comportamiento del animal no pasa por el tono de voz que se emplea, sino en los límites.
Recordó que esta situación es muy común y se da cuando el perro come en la cama o en el sofá. También, cuando las visitas llegan a la casa y las mascotas son las primeras en sentarse en las sillas y al querer bajarlos gruñen, no hacen caso o, incluso, pueden morder.
El problema empieza cuando dejan de ser los adorables cachorros que llegaron a casa y se pretenden imponer límites. “Todo perro necesita límites, desde el perro más bueno y pequeño al más peligroso y grande, porque es lo mismo, al fin y al cabo va a morder y va a presentar agresividad”, remarcó.
Humanizar a las mascotas, una tendencia alarmante
Manchini argumentó que, anteriormente, el perro era del jardín, pero, a raíz de que se prefiere no tener hijos o tener hijos más tarde, se opta primeramente por tener “hijos perrunos”.
“Es una tendencia mundial que va en aumento y es alarmante, ya que esto puede ser uno de los causantes de los problemas de conductas de animales, que va en aumento. Los problemas de comportamiento, tanto la agresividad como la ansiedad por separación, la hiperactividad, incluso los abandonos, se deben al antropomorfismo, que finalmente terminan rompiendo el vínculo entre ser humano y animal”, lamentó la veterinaria.
En ese sentido, explicó que, tras el cambio de conducta, las personas se terminan cansando de sus mascotas y optan por desplazar a sus animales. “Ya no les importa su estado, les dejan que vayan donde quieran, les abandonan en las calles o en las veterinarias”, insistió.
La especialista mencionó que el antropomorfismo es más común en perros, ya que los gatos son mucho más fieles a su especie, por lo que resulta difícil humanizarlos.
Este día en especial es una excelente oportunidad para mimar y cuidar a los amigos de cuatro patas y miembros de la familia. Una excelente opción es un paseo, jugar con ellos en el jardín o prepararles un rico y nutritivo alimento. ¡No olvide dejarlo ser lo más animal posible y verá lo feliz que se pone su mascota!
