Cuando escucho la palabra “honorable” referida a las cámaras donde se subraya están los representantes del pueblo, confieso que causa cierto escozor la mención. Si bien existen mujeres y hombres honorables en esos sitios, son los menos. Además, no se citan la Honorable Corte Suprema de Justicia o la Honorable Presidencia de la República, por citar los demás poderes del Estado. Además, de “honra” no veo mucho por esos lares los llamados “honorables”. Sin embargo, ese no es el asunto principal en esta ocasión, sino el pacto al que supuestamente llegaron la semana pasada las autoridades del Gobierno paraguayo con el ministro de Economía y presidenciable argentino, Sergio Massa, quien fue recibido por el presidente Santiago Peña en Mburuvicha Róga. Tras la reunión, el canciller Rubén Ramírez Lezcano respondió que se “suspendería” el peaje que está cobrando Argentina unilateralmente en un tramo soberano de la Hidrovía Paraguay-Paraná, aunque infringiendo el acuerdo regional que rige la vía fluvial y que establece que cualquier canon debe ser concertado por las partes, según el artículo quinto.
Ante la insistencia de los periodistas, el canciller señaló que “la idea es justamente de que haya una suspensión del cobro de peaje hasta tanto se logre presentar a las altas autoridades una propuesta integral” sobre la hidrovía. Luego insistió en que “el compromiso es el cese del cobro del peaje en este momento”. Nada de ello ocurrió y fue desmentido apenas horas después por las autoridades del vecino país. De hecho, Sergio Massa nada refirió sobre la suspensión del peaje en sus declaraciones públicas tras la reunión con el presidente Peña y eso resultó llamativo.
Al día siguiente, el canciller subrayó a todos los medios que hubo un acuerdo, pero atención a la aclaración, agregó que fue “de palabra”. Es decir, un honorable acuerdo. Por su parte, el jefe de Estado paraguayo aclaraba que en realidad “entendíamos” que hubo un acuerdo. El asunto ya era bastante oscuro en ese momento. ¿Qué realmente dijo Massa en la reunión privada? No se puede apelar a expresiones unilaterales para hablar de una cuestión bilateral y hasta regional y también es informal recurrir a medios administrados por señores como Elon Musk para tratar de explicar asuntos de Estado porque es lo que ocurrió luego del encuentro Peña-Massa, tiroteos léxicos en redes sociales.
¿Cómo puede ser que se haya confiado en las palabras sin hacer una declaración conjunta? Es más, ¿hubo realmente tal honorable acuerdo? Hoy el convenio citado quedó en la nebulosa porque solamente una de las partes lo señaló.
Esta semana habrá otro capítulo de esta historia. Será el 30 de agosto, cuando se reúna el Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay-Paraná, “el órgano político que interviene en el funcionamiento del Acuerdo de Transporte Fluvial de la Hidrovía”, firmado el 26 de junio de 1992 por los cinco países (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay). Aparentemente la disputa seguirá y no hay horizonte de solución con el Gobierno actual de la nación que está aplicando el tributo. Esperemos que tampoco aparezca otro honorable acuerdo, ya no se creerá en él ni siquiera por horas.
Otro tema álgido es el referente a la deuda de Argentina en Yacyretá, por cesión y consumo de la energía. La Entidad Binacional está prácticamente en quiebra financiera, por una “deuda histórica” multimillonaria con Argentina, según lo resaltaron Sergio Massa y Diego Giuliano (ministro de Transporte argentino) y por los compromisos financieros citados al inicio de este párrafo, que de no cumplirse atentarán directamente contra el funcionamiento de la central hidroeléctrica. Es más, el director general paraguayo de la EBY, Luis Benítez, detalló que la entidad tuvo que hacer un préstamo de USD 48 millones para sostener sus operaciones y que debe ser saldado en 24 meses. ¿Cómo puede ser que exista todo este descalabro financiero en una empresa así? Aquí también hubo honorables acuerdos de pago, así que no pinta bien la cosa.
En el caso del peaje, de sostenerse, cada vez se encarecerán más los productos para el consumidor final, o sea, nosotros. Asimismo, el productor paraguayo perderá competitividad. En la EBY, no puede ser que se ceda energía muy barata y para colmo no se esté pagando por ella. Mientras tanto, aseguran que no subirán impuestos a los que más tienen, pero los que menos tienen cada vez pagan más. A pesar de todo, feliz semana, estimado lector.