24 may. 2024

Hay 11 ciudades en el foco de colorados en municipales

De las 23 ciudades más importantes, entre capitales y el área metropolitana, la ANR había perdido 10 y pondrá su esfuerzo en recuperarlas este año, además de Asunción, reconociendo sus desventajas.

El electorado castigó en las elecciones municipales del 2015 a los candidatos de la Asociación Nacional Republicana (ANR) en 11 de las 23 principales ciudades del país, que son las 17 cabeceras departamentales más seis de Gran Asunción. La capital, que entonces quedó en manos del opositor Mario Ferreiro, ahora volvió con Nenecho Rodríguez a manos de un colorado, pero no fue por vía de las elecciones, sino tras la forzada renuncia de Ferreiro, quien dejó el cargo ante denuncias de hechos de corrupción.

Por ese motivo, el partido pondrá gran concentración en recuperar en las próximas municipales 10 ciudades que están en poder de otros partidos, más Asunción, sumando 11 intendencias.

Los Municipios que son el desafío de la ANR para el 8 de noviembre, además de la capital del país, son: Lambaré, con Armando Gómez (PLRA); Fernando de la Mora, con Alcides Riveros (PLRA); Concepción, con Alejandro Urbieta (PLRA); Caacupé, con Diego Riveros (PLRA); Encarnación, con Luis Yd (PPQ); San Juan Bautista, con Juan Carlos Meza (PLRA); Ciudad del Este, con Miguel Prieto (independiente); Pedro Juan Caballero, con José Carlos Acevedo (PLRA); Salto del Guairá, con Carlos César Haitter (PDP), y Filadelfia, con Holger Bergen (PPQ).

El Partido Colorado está profundamente dividido entre Colorado Añetete y Honor Colorado, y el año pasado se intentó lograr la unidad, además de concretar candidaturas de consenso para evitar unas internas sangrientas el 12 de julio, pero no fue posible debido a las grandes diferencias entre sus líderes, sobre todo entre el presidente Mario Abdo Benítez y Horacio Cartes, además de la fragmentación en la dirigencia de base.

La unidad. El diputado Ramón Romero Roa había opinado que es imposible lograr consensos y evitar internas, porque sería imponer candidaturas y anestesiar al partido.

En tanto que para la senadora Lilian Samaniego, es vital recurrir al diálogo para lograr la unidad y respetar las reglas. “Las posiciones radicalizadas no construyen”, había lanzado.

Por su parte, la diputada Jazmín Narváez consideró que se debe respetar la diversidad. “Estamos limando asperezas y eso es un ejercicio, no es una cuestión de solo un día unir a un partido tan grande”, comentó.

La sacudida más fuerte que recibió la ANR en 2019 fue la derrota en las elecciones de intendente de Ciudad del Este, anterior feudo de los Zacarías, donde el electorado votó por el independiente Miguel Prieto. Desde entonces, los dirigentes comenzaron a hablar de cambiar de estrategias, citando como ejemplo al nuevo jefe comunal, que recurrió a las redes sociales para hacer campaña.

El derrotado Wilberto Cabañas habló, por su parte, del error de haberse abrazado con los cuestionados asociados al clan Zacarías y de cambiar la imagen del partido.

ASUNCIÓN. En Asunción se postulan muy pocas figuras frescas por el Partido Colorado. Por Añetete compiten Julio Ullón y Martín Arévalo, mientras que por Honor Colorado se encuentran Hugo Ramírez y Óscar Tuma. Fuera de los núcleos tradicionales hace campaña Juan Manuel Brunetti, por un sector independiente.

Poder. Igualmente, la ANR tiene gran poder electoral. El padrón sumó al último cierre 2.500.000 afiliados, covirtiéndose en el partido mayoritario. Cuenta con el 59% de las intendencias más el 50% del total de concejales del país.

Según el politólogo Guzmán Ibarra, uno de los desafíos será lograr organizarse con el nuevo sistema electoral basado en el desbloqueo de listas, y evitar que esto afecte la institucionalidad, ya que van a competir tanto en internas como en generales. Consideró poco probable que se logren candidaturas de consenso, ya que las bases están muy confrontadas, y el sistema de desbloqueo fragmenta e intensifica la competencia. Señaló como desafío evitar la narcopolítica.

Embed

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.