De hecho, la tecnocracia tampoco es una garantía de éxito, porque en un Ministerio hay ser también buen administrador de recursos y escuchar las demandas ciudadanas, es decir, la habilidad política no puede estar ausente en los cargos.
Esta vez el sector ya no se jugó completamente por los técnicos, pues cedió a cupos políticos, pero que distan de aptitudes políticas. Los primeros en confirmarse son allegados de Horacio Cartes, presidente del Partido Colorado, quien volverá a tener una mayor influencia en las políticas públicas del país de la mano de Santiago Peña, quien lo menciona en todos los eventos como el gestor de su victoria.
Sin embargo, llamó la atención que en medio de tanto conservadurismo se haya elegido a Luis Ramírez como el próximo ministro de Educación. En el sector privado pudo desarrollar sus ideas de espacios comunitarios de aprendizaje donde se participa, conversa, siente, piensa y convive para promover que los niños y niñas se conviertan en generadores de cambio.
Estos mismos desafíos pretende llevar a un decadente sistema público, donde su primera tarea será defender un presupuesto digno. Las propuestas deben estar listas el mismo mes en que asume porque en setiembre se entrega el Presupuesto General de la Nacional al Congreso, donde se debe defender cada ítem ante las amenazas de recortes.
Paraguay destina actualmente a la educación el 3% del producto interno bruto cuando el compromiso es elevarlo a al menos 4% y solo para empezar. Teniendo en cuenta este déficit, la cartera estatal siempre estuvo apoyada por la cooperación internacional, que justamente estuvo en riesgo durante la campaña electoral del cartismo. Con mentiras de por medio, los legisladores del movimiento de Horacio Cartes intentaron derogar el aporte de la Unión Europea para kits, infraestructura y otras necesidades solo para congraciarse con el sector más conservador del electorado, pues había que asegurar el “voto duro”.
Afortunadamente, no prosperó el proyecto que fue promovido principalmente por Enrique Riera, ex ministro de Educación, senador y futuro ministro del Interior. No es la primera vez que atentó contra los derechos de niños, niñas y adolescentes, ya que en el 2017 emitió la resolución N° 29664 por la cual prohibió la difusión y utilización de materiales referentes a la teoría y/o ideología de género en las instituciones.
Con este documento no solo priva a los y las estudiantes a acceder a herramientas que conduzcan a la igualdad de todas las personas, sino que además intenta confundir estas ideas basadas en el conocimiento científico con “ideología de género”, un término inventado por grupos antiderechos para desprestigiar cualquier iniciativa que apunte a la progresividad de derechos relacionados a la igualdad y no discriminación.
Esta resolución fue incluida en el último informe del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, que advertía en el 2017 sobre una regresión en materia derechos para las mujeres. Además de la derogación de esta medida, la implementación del Plan Nacional de Transformación Educativa es otra prueba que Luis Ramírez tendrá que superar.
El documento elaborado por expertos prometía una hoja de ruta con un abordaje integral, pero fue interceptado por grupos antiderechos liderados por el pastor Miguel Ortigoza, quien quiere eliminar cualquier ítem planteado desde una perspectiva de género en las políticas públicas, a pesar de las recomendaciones y tratados internacionales asumidos por Paraguay.
Sin dudas, las convicciones de Luis Ramírez estarán a prueba ante las múltiples decisiones y cambios que urgen en el MEC.