En el salón de El Cabildo, las guitarras descansan sobre pedestales como reliquias. No son instrumentos comunes, cada una lleva en la madera y en la pintura el eco de una melodía que marcó generaciones. La exposición La guitarra, instrumento de la guarania convierte a este símbolo sonoro del Paraguay en un lienzo, donde dialogan la luthería, la música y las artes visuales.
Luz Borja es la lutier detrás del proyecto que homenajea al género creado por el maestro José Asunción Flores. Explica que la Escuela de Luthería Borja siempre da un reconocimiento a los hitos culturales del Paraguay como legado. En 2024 lo hizo con Agustín Barrios Mangoré, y ahora celebra el centenario de la guarania.
Cada una de las seis guitarras es única e irrepetible. Nació de una elección íntima, ya que los artistas eligieron la guarania que más les tocaba sin que nadie se la pidiera. “Me sorprendió esa conexión. Nadie tuvo que darles una guía, cada uno sabía qué obra debía intervenir. Eso demuestra que la guarania vive dentro de nosotros, como si nos escogiera a nosotros en lugar de lo contrario”, explica.
Una vez que cada artista eligió la pieza musical a intervenir, en el atelier de la Escuela de Luthería se creó cada guitarra utilizando maderas características. En la guitarra dedicada a India, Borja comenta que utilizó palosanto estacionado durante más de cuarenta años, madera que ella describe como “exótica y ancestral, ligada a los pueblos originarios”.
En esa decisión material hay un gesto simbólico; como la guarania hunde sus raíces en la tierra paraguaya, las guitarras se construyen con maderas que son parte de la memoria natural del país.
Experiencia. El vínculo de Luz Borja con la guarania no es solo técnico o artístico, sino personal y doloroso. Recuerda que años atrás, cuando trabajaba en programas para niños trabajadores en calle, en medio de ese paisaje de carencias escuchó Mitã’i y comprendió otra dimensión de la música.
“Fue un espejo de esa dura realidad, pero también un canto de esperanza. Desde entonces, entendí que la guarania no solo es música, sino es memoria, identidad y el alma del pueblo paraguayo”, rememora.
Para esta joven luthier, liderar un proyecto que une arte, música y tradición paraguaya es un honor y una responsabilidad. ‘‘El papa Francisco dijo que la mujer paraguaya es la más gloriosa de América.
Eso refleja nuestra historia. Nos tocó levantar al país después de la guerra y seguimos haciéndolo desde distintos sectores. En mi caso, lucho con pasión por la cultura nacional”, afirma. Esta kuña mbarete es consciente de que este homenaje no es un punto de llegada, sino de partida. Luz sueña con que este espacio se vuelva permanente, ‘‘que trascienda fronteras y que inspire a las nuevas generaciones en escuelas, comunidades y escenarios internacionales”.
Realidad. Alrededor de este proyecto, los artistas suman sus voces. Brigitte Brusetti intervino Mitã’i para hablar de la infancia que carga con responsabilidades adultas. “Refleja la lucha diaria de muchos niños. Mi obra busca honrar esa infancia resiliente”, explica.
Arius Romero, por su parte, confiesa: “Desde la primera vez que escuché India sentí una conexión profunda que me eriza la piel. Siempre imaginé verla pintada en una guitarra. Ahora sé que seguirá vibrando en la eternidad”.
En otro espacio, la guitarra de Diego González exhibe un cielo azul, la bandera flameando y el Panteón de los Héroes, su homenaje a Mi patria soñada.
“Quise plasmar los cimientos de nuestra historia y un Paraguay libre y soberano”, dice Juan Valdez, quien eligió Soy de la Chacarita, de Maneco Galeano. En sus trazos, la resistencia se mezcla con la fe de un pueblo que, aunque obligado a subir a las lomas cuando el río crece, no abandona la dignidad. “Son pinceladas que plasman las oraciones silenciosas de quienes lo perdieron todo y aun así mantienen la mirada en alto”, cuenta.
Para Borja, la guarania no se escucha únicamente, también se mira, se toca, se recuerda, y, sobre todo, se hereda. Por eso, la muestra La guitarra, instrumento de la guarania estará disponible en el CCR Cabildo hasta el 14 de setiembre, de lunes a viernes, de 07:00 a 19:00, y sábados, domingos y feriados, de 09:00 a 17:00.