Varios funcionarios del Jardín Botánico venían realizando movilizaciones desde el mes de mayo, reclamando insumos, herramientas y uniformes para trabajar.
En respuesta, fueron puestos a disposición de Recursos Humanos y decidieron encadenarse a las rejas del predio. El Botánico está bajo la administración de la Municipalidad de Asunción y la directora es la empresaria ganadera Maris Llorens, desde el año 2013, periodo de Arnaldo Samaniego.
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Desde hace tiempo que funcionarios, visitantes y ciudadanía en general denuncia el abandono del Jardín Botánico.
📌#ÚltimoMomento Funcionarios del Jardín Botánico se encadenaron luego de que fueron puestos a disposición de Recursos Humanos por reclamar mejoras.
— Telefuturo (@Telefuturo) June 30, 2023
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“Las rejas de hierro del Jardín Botánico se están robando todos los días. No está haciendo nada para detener los robos y proteger el Botánico”, había denunciado la activista política, Esther Roa.
La concejala y defensora de los animales, Jazmín Galeano, quien viene denunciando sobre irregularidades en el Botánico y Zoológico, había presentado ante la Junta Municipal, en febrero del 2022, un video de fosas de cadáveres de perros dentro de la propiedad e indicó que sería en el área de cuarentena y clínica veterinaria.
De acuerdo con el relato de funcionarios, en la clínica veterinaria no cuentan con instrumentos necesarios. “Es una pieza con jaulitas encimadas. No hay medicamentos”.
La desidia también afecta a un grupo de inmuebles históricos ubicados en el predio, como las casas de Rodriguez de Francia y de Carlos Antonio López, que se mantienen como museos.
La casa de quien fuera el primer presidente constitucional de Paraguay, Carlos Antonio López, se encuentra en lamentable estado. Las condiciones del edificio precarias, con telarañas que cubren las paredes y la acción de la humedad que avanza peligrosa. Las puertas están cerradas desde hace tiempo y el interior funciona hoy como un depósito.
Pero lo más urgente es sin dudas recuperar el herbario abandonado, cuyas condiciones son perturbadoras. El herbario Teodoro Rojas, que de herbario solo se conserva su nombre en un pequeño y gastado cartel, apenas queda paredes resquebrajadas, humedad y malezas de grandes raíces que crecen entre ladrillos y tejas.
En el sitio ya no existen trabajos sobre botánica, y en la única sala habilitada se realizan trabajos de embalsamamiento de animales, en un espacio precario e insalubre.
Si bien desde hace tiempo se viene reclamando una mayor atención al sitio histórico, las autoridades ni se inmutan.