La Fiscalía Anticorrupción emitió pedidos de informes a entidades públicas y privadas para conocer el movimiento financiero de Rossana Paiva, la esposa de Luis Ortigoza, el ex titular del Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) que enfrenta tres procesos por corrupción.
La mujer está en la mira del Ministerio Público luego de que se hiciera público que tenía a su nombre una caja de seguridad en la empresa Maxton SA con más de 160 mil dólares en su interior. La de Paiva fue una de las 30 cajas que fueron violentadas en un asalto ocurrido el pasado 13 de abril en la bóveda de la firma.
Luego del atraco, la misma Rossana Paiva hizo constar ante la fiscala Marlene González que la caja que tenía a su nombre contenía 160 mil dólares, 9 mil reales y 50 millones de guaraníes.
Esta información resultó muy llamativa a los fiscales que investigan a Luis Ortigoza, debido a que ya el año pasado se hizo un allanamiento en Maxton SA en busca del dinero que había desembolsado el Indert para la compra presuntamente irregular de una propiedad de más de 5 mil hectáreas de la empresa San Agustín, vinculada al senador Jorge Oviedo Matto.
En aquella oportunidad, la fiscala Victoria Acuña fue hasta la bóveda de la firma pero no encontró nada, debido a que ninguna de las cajas estaba a nombre de alguno de los sospechosos por la presunta compra ilegal de tierras.
Ahora, los fiscales de la Unidad Anticorrupción buscan conocer el movimiento que hubo en la caja de la esposa del ex funcionario. En ese sentido, ya solicitaron informes sobre las fechas en que se depositó dinero en la caja, para saber si corresponden con las fechas de los presuntos desvíos en el Indert por los cuales está procesado Ortigoza.
Según indicaron fuentes de la Fiscalía, el fiscal René Fernández ya realizó pedidos de informe con relación a Paiva a varias entidades financieras.
ASALTO. El atraco a Maxton ocurrió cuando a las 10.00 del domingo 13 de abril, sobre la calle Santa Margarita de Jouville, del barrio Ytay, de Asunción. Según datos de la Policía, el guardia de seguridad del local recibió una llamada de una persona que decía ser Esteban Medina, un cliente de la empresa, manifestando que pasaría por la bóveda para verificar su caja de seguridad.
Posteriormente, llegó al lugar una camioneta Hyundai Santa Fe, azul oscuro, sin chapa, cuyo conductor descendió en compañía de otro hombre y manifestó al guardia que no andaba el detector de huellas dactilares para abrir el portón de la bóveda. Ambos despojaron de su revólver al guardia y descendieron de la camioneta dos hombres más.
Hasta ahora la fiscala Marlene González, quien investiga el asalto, no tiene mayores datos de lo ocurrido porque menos de diez víctimas se acercaron a denunciar lo que perdieron en el robo.