22 dic. 2025

Enigma brillante en Caapucú: El oro estaba a la vista y no lo sabían

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Las rocas y piedras en Caapucú siempre tuvieron un tono como de brillantina, como si alguien hubiera salpicado con purpurina amarilla. La gente las conservaba por un tiempo –como chiches en sus hogares–, sin saber que esas piezas de canto solo mostraban parte de lo que había en las entrañas de estas tierras: Las codiciadas minas de oro.

El firmamento se confunde en el horizonte con el extenso altiplano rocoso. En las afueras del casco urbano, columnas de humo blanco de al menos cuatro olerías completan el paisaje cautivante de esta ciudad, cuyas tierras empiezan a ser miradas con otro talante, pues guardan al parecer minas del metal preciado. En efecto, se habla incluso de que se trata de un territorio plagado de minerales –de todo tipo–; hecho que inquieta y, a la vez, fascina a sus habitantes. Las versiones sobre la existencia de oro fluyen entre los pobladores como murmullos que se mezclan con la brisa fresca proveniente de la vasta meseta montañosa que rodea a la ciudad. Los relatos se multiplican, aumentando el peso de la intriga y el asombro, a medida que corre la voz.

Lo más llamativo de todo es que recién ahora se levantó el avispero. Porque, según algunos, no estaban ajenos a la existencia de piedras o rocas salpicadas de un tono brilloso.

Pero eso que solo ellos conocían se hizo público a partir de la excavación de unos pozos en medio a campo abierto. Buscaban agua y terminando encontrando oro o, mejor dicho, piedras cubiertas por una arenilla dorada, resplandeciente bajo la luz.

Un brillo de esperanza que evoca al oro, pero que nadie –hasta ahora– se atreve a confirmar; más aún luego de que desde el Ministerio de Minas y Energías advirtieron que la existencia de yacimientos de minerales o metales preciosos como el oro en la zona, pertenecían al Estado.

Algunos pobladores cuentan, a su manera, lo más cerca que estuvieron de enriquecerse, pero no se dieron. Es el caso de una mujer cuyo esposo trabajaba en una cantera hace más de una década. Un día llegó a su casa con unas piedras “vistosas”, recubiertas de un brillo misterioso. No era oro, pero parecía. Sin certezas ni interesados a la vista, terminaron siendo tiradas. Y ahora no le desagrada –dice– la idea de ir buscarlas si es que aún están donde las tiró.

“Mi marido un día trajo una piedras vistosas, las recubría un brillo parecido al oro, pero no sabíamos qué hacer ni había quién compre porque no era una piedra de oro solo tenía esa cobertura. Guardé un tiempo, después tiré”, relató esta vecina del barrio San Salvador.

Si bien son piedras difíciles de conseguir, ella recuerda aún adonde las dejó. “Con esto que se está diciendo (del hallazgo de oro) me dan ganas de ir buscarlas, donde las descarté, si aún las puedo hallar” comentó omitiendo dar su identidad y sin precisar el sitio en cuestión.

Los rumores sobre la ubicación de posibles o eventuales minas de oro, se guardan bajo siete llaves. Mientras tanto, tanto para propios y extraños, la ancha planicie escarpada de Caapucú, cubierta por montículos de rocas y piedras de todos los tamaños, ya no es la misma. Pues quien más, quien menos se hace a la idea de que en algún lugar puede encontrar la salvación, cavando quizá unos centímetros bajo tierra.

La llegada de curiosos y gente de otras ciudades no se hace esperar. La esperanza de que andando por ahí se encuentre con un poco de ese brillante metal que calme sus angustias, hizo que Caapucú pase de una ciudad al paso, a un punto obligado por visitar.

En tanto las autoridades locales –el intendente como los concejales– guardan silencio sobre las posibles minas de oro porque desde el Gobierno Central les bajaron los humos, ya que esperan sacar partido del supuesto hallazgo, la gente de a pie aprovecha este frenesí para sacar algún provecho del movimiento económico que se genera a partir de paso de visitantes y turistas.

Los rumores sobre el oro fluyen entre murmullos que se mezclan con la brisa proveniente de la vasta meseta rocosa que rodea a la ciudad.

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Misterio. Los rumores sobre la ubicación de posibles minas de oro, se guardan bajo siete llaves.

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A la vista. Lo que se maneja es que en esa región hay más minerales de lo que se supone.

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