Jorge Paredes
CAACUPÉ
Muchas de las familias caacupeñas que trabajan en el entorno del Santuario y dependen de la compra que realizan los devotos y peregrinos, esperan todo el año que se inicie el novenario en honor de la Virgen de los Milagros para aumentar sus ingresos económicos.
Chiperas, asaditeros, vendedores de objetos de piedad, dueños de santerías privadas, y otros rubros de ingreso económico, se preparan con todo para la venta masiva durante la novena y los días centrales de la festividad mariana. Este año habrá variaciones en los precios de Recuerdos de Caacupé.
Durante una recorrida realizada por las adyacencias de la Basílica, ÚH recogió los precios de los artículos y recuerdos que más solicitan los promeseros y devotos.
Las tradicionales chipas se ofrecen desde G. 5.000, así como el asadito; la butifarra a G. 2.000 cada uno y el tereré a G. 10.000. El sombrero piri cuesta G. 25.000, los rosarios se consiguen a partir de G. 15.000; en tanto que las velas –de cuatro unidades– se venden a G. 10.000.
Para usar los baños privados que casi todas las tiendas ofrecen, el costo va desde G. 3.000 hasta G. 10.000.
Las imágenes de la Virgencita se pueden adquirir desde G. 5.000 hasta G. 350.000, según el tamaño y el material. Los kits de pesebres, tamaño pequeño, salen a G. 65.000; los bidones para agua bendita se venden desde G. 5.000 y los termos forrados desde G. 285.000.
María Teresa Sanabria, vendedora en las inmediaciones de la zona sacra, dijo que ella compra las semillas y las crucecitas para fabricar el rosario. “Este año aumentaron el precio de los materiales y eso hace que alcemos también nuestro precio”, indicó.
Gloria Galeano, contó que son alrededor de 60 los vendedores informales que mantienen a sus respectivas familias con el ingreso de la venta de objetos de piedad.
“Los sábados y domingos solemos vender bien, pero entre semana a veces no hay nada de venta”, dijo.