Se estima que el 85% de las unidades económicas en el país responden al modelo de empresa familiar, equivalente a unas 700.000 firmas, que generan alrededor del 66% del empleo nacional y aportan cerca del 65% de bienes y servicios producidos en el país. El 8 del corriente es el Día Internacional de la Empresa Familiar y desde la institución que aglutina a estas compañías prevén un after office para conmemorar y crear consciencia.
Así lo menciona Gloria Ayala Person, titular del Instituto Paraguayo de la Empresa Familiar (IPEF), entidad que busca más integración entre consultores y empresarios familiares, mediante espacios para compartir experiencias, fortalecer vínculos y reflexionar sobre los desafíos de la continuidad generacional y profesionalización.
Estos temas serán abordados en el after office, a realizarse este miércoles 8, en el salón de eventos CIRA (Nicasio Insaurralde 347), desde las 18:30 horas.
“Esto será en sintonía con actividades de otros países, ya que el IPEF es miembro de la red del Instituto Latinoamericano de Empresa Familiar. Los datos que manejamos son fruto de análisis de entes como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La empresa familiar es la forma predominante de emprendimiento y constituye el corazón de la economía”, resalta.
Ayala Person también brinda estadísticas, en las que refiere que el 75% de las empresas paraguayas continúan lideradas por sus fundadores; mientras que el 16% logra pasar a la segunda generación, menos del 10% pasa a la tercera y solo un 1% llega a la cuarta.
“Estos datos hablan de alta mortandad y nos revelan enormes desafíos para fortalecer las empresas familiares, porque no se tenían antes las herramientas de gobernanza y profesionalización que hoy sí existen. El mayor drama es representado por la sucesión y el liderazgo intergeneracional: Cuántas oportunidades se pierden con cada negocio que se cierra y el impacto también arrastra a la economía familiar”, postula.
La empresa familiar –según expresa– está presente en todos los sectores de la economía local, predominando en las áreas de comercio y servicios (tiendas, restaurantes, logística, distribución); pero también en la agroindustria, la construcción y la manufactura.
“El espíritu del emprendimiento familiar está en las mipymes y en los grandes grupos económicos; hay una diversidad y es columna vertebral del aparato económico. Con visión a largo plazo, nos aporta confianza y, si podemos fortalecer ese 85% de la fuerza económica, resultaría más ventajoso que crear tantas nuevas empresas”, agrega.
Este segmento combina lo humano, lo familiar y lo empresarial; mientras que algunos de los retos están centrados en la sucesión generacional, la profesionalización y la comunicación. Se estima que el 60% de los fracasos empresariales derivan de conflictos entre los miembros, por eso es que la adaptación y la innovación son fundamentales.
La titular del IPEF también centra su atención en un anhelado entorno normativo, puesto que no existe aún un marco legal que reconozca las particularidades de las empresas familiares: “Impulsamos fortalecer la institución, con planificación, asesoría y consultoría profesional multidisciplinaria”, destaca.
Ayala Person observa una evolución positiva en las empresas bajo formato de familiares, ya que se percibe a su criterio mayor consciencia de la importancia en el gobierno corporativo, los protocolos familiares, el acuerdo de accionistas, el estatuto social y la sucesión en la dirección y en las gestiones.
La Cifra
700.000 firmas responden al modelo de empresa familiar en el país, que generan alrededor del 66% del empleo nacional.