El juez penal de Garantías, Ramón Alberto Florentín, elevó la causa a juicio oral y público tras la audiencia preliminar con relación al asesinato del taxista Alfredo Jara González. Se trata de uno hecho ocurrido el 17 de octubre del año pasado en Curuguaty, Departamento de Canindeyú.
Los acusados son el sicario confeso Rubén Darío Benítez Gómez y la ex esposa de la víctima, María Liliana Velázquez Villasanti. El Ministerio Público, representado por el fiscal Cristian Roig, pidió la elevación del caso, mientras la defensa alegó falta de pruebas incriminatorias.
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Benítez Gómez, sicario confeso, colaboró con la Fiscalía contando detalles de lo ocurrido y quién lo contrató. En ese sentido, dijo que María Liliana Velázquez Villasanti, esposa de la víctima, fue quien le entregó G. 10 millones de los G. 25 millones prometidos para asesinar a Alfredo Jara González.
La mujer fue junto a él en compañía de Rubén Rodas Portillo, a quien le conoció en la cárcel y quien aparentemente era amante de la mujer. Rodas Portillo también ya fue detenido.
Alfredo Jara González, de 37 años, era un conocido taxista de Curuguaty, quien no tenía enemigos y nunca recibió amenazas.
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Sin embargo, ese 17 de octubre salió a tempranas horas de la mañana junto a su esposa Liliana y su madre a realizar una caminata, cuando fue interceptado por un motociclista, quien desenfundó su arma y sin mediar palabras disparó tres veces contra la víctima fatal, quien fue auxiliada hasta el hospital de Curuguaty, donde se comprobó su deceso.
