El sistema tampoco retribuye el esfuerzo de casi el 50% de las mujeres que dedican su vida al cuidado de los hijos e hijas para que el país tenga capacidad productiva y las abandona en la vejez, ya que ellas no cuentan con mecanismos de acceso a la seguridad social.
El último estudio actuarial realizado para los fondos jubilatorios del IPS señala que manteniendo constantes todos los parámetros –porcentaje de recursos destinados al fondo, el pago del décimo tercer haber jubilatorio, el piso mínimo jubilatorio de 75% del salario mínimo legal vigente y sin el aporte del Estado–, los ingresos se igualarían a los egresos en el año 2038 y a partir de dicho año, sería necesario el uso del fondo de reserva acumulado (sin rentabilidad) que duraría hasta el año 2048. Este escenario significa que quienes entren hoy a cotizar tienen escasas posibilidades de jubilarse.
El escenario que permite extender la duración de los fondos en el mayor plazo posible considerado por el estudio (2062) haría necesario un aumento del porcentaje de aportes y una rentabilidad del 2% del fondo de reservas. Dada la esperanza de vida en Paraguay, con este escenario optimista, un joven que se incorpore hoy a IPS tendría la posibilidad de cobrar jubilación, pero probablemente no alcanzarían a cubrirle durante toda su vejez.
Otros escenarios considerados para alargar la duración de los fondos consideran reducir los beneficios a 12 pagos anuales (y no 13), limitar el piso mínimo jubilatorio al 33%, entre otros cambios paramétricos. Cualquier escenario posible exige reformas para garantizar la continuidad del sistema del IPS.
Los discursos en Paraguay dan una alta valoración al trabajo desmeritando, incluso a programas de transferencias en efectivo o de alimentación escolar entregadas a los niños y niñas para que mejoren sus condiciones de aprendizaje. El rechazo a estos programas se realiza asumiendo que los padres deberían cubrir esos gastos con los frutos de su trabajo.
Sin embargo, la realidad nos dice que en Paraguay, el trabajo no se valora y la mejor señal de esto es la seguridad social. Una jubilación en el retiro es el derecho que tienen las personas por haber contribuido al crecimiento económico en el país. Este derecho en Paraguay es casi inexistente, ya que solo alrededor del 10% de las personas mayores cuenta con una jubilación.
Una parte de los trabajadores llega a aportar y no solo no cobra, sino que pierde esos fondos por problemas de diseño. La gran mayoría ni siquiera logran aportar y llegan a la vejez totalmente desprovista de recursos económicos para garantizar su autonomía. En este contexto demográfico en el que la sociedad paraguaya tiene cada vez menos hijos y se vive más años, el rápido envejecimiento nos obliga a discutir estos temas y resolverlos de manera estructural y no con parches.
Como se vio en los informes actuariales, los parches solo lograrán postergar unos años más la crisis final.