18 oct. 2025

El poder del guaraní: Tres palabras que cruzaron fronteras

Este artículo explora tres ejemplos fascinantes de cómo términos guaraníes se infiltraron en el imaginario global, desde la zoología, la industria automotriz hasta la cultura pop y la historia de la música.

THE JACARANDA11.jpg

En 1958, Allan Williams eligió este nombre para bautizar su club en Liverpool: The Jacaranda.

Foto: Archivo

El guaraní es un elemento central en la historia, la cultura y la identidad del Paraguay; un símbolo fundamental del nacionalismo y del patriotismo paraguayo, así como un factor aglutinante y homogeneizador de la nacionalidad. Aunque fue objeto de desprecio y discriminación, cada palabra lleva consigo un fragmento de nuestra memoria colectiva y demuestra que el guaraní no solo resiste, sino que trasciende.

El 25 de agosto de 1967 quedó inscrito en el calendario nacional como una fecha histórica: ese día fue promulgada la Constitución Nacional que, por primera vez, incluyó al guaraní como lengua nacional del Paraguay, otorgándole rango jurídico. Desde entonces, se celebra anualmente el Día del Idioma Guaraní, reivindicando la importancia cultural y simbólica de esta lengua que sigue viva en el corazón del pueblo.

Nota relacionada: Día del Idioma Guaraní: Los 8 ñe’ẽnga que inspiran amor por una lengua a través del humor

Las lenguas originarias de América han dejado una huella profunda en el vocabulario mundial, y el guaraní –idioma vivo y oficial del Paraguay– se destaca por su riqueza sonora, simbólica y cultural. Más allá de su uso cotidiano entre millones de hablantes, algunas de sus palabras han viajado por el mundo, cruzando fronteras, océanos e idiomas, hasta convertirse en símbolos de fuerza, exotismo o identidad.

Uno de los aportes más notables del guaraní se da en el campo de la zoología y la botánica, donde múltiples nombres científicos de animales y plantas derivan directamente de esta lengua. Términos como yacaré, anahí o mburucuyá no solo nombran especies sudamericanas, sino que preservan en su raíz el conocimiento ancestral de los pueblos indígenas. Estas voces fueron adoptadas por naturalistas europeos desde la época Colonial, al no existir equivalentes precisos en otras lenguas.

Asimismo, el guaraní aportó una rica cosmovisión astronómica, con nombres propios para cuerpos celestes y fenómenos del cielo. La luna era jasy; el sol, kuarahy, y las estrellas eran conocidas colectivamente como mbyja. Cada astro tenía su papel dentro de relatos míticos, calendarios agrícolas y prácticas espirituales, demostrando que el idioma también servía como herramienta para comprender y explicar el universo.

Este artículo explora tres ejemplos fascinantes de cómo términos guaraníes, como piraña, jaguar y jacarandá, se infiltraron en el imaginario global, desde la zoología y la industria automotriz, hasta la cultura pop y la historia de la música.

B5BhOm4IIAAz_d8.jpg

En Paraguay se consume el caldo, bajo la creencia de que potencia la virilidad masculina.

Foto: @juansamuelduart

Piraña

Probablemente no exista otra palabra guaraní con tanta proyección internacional como piraña. Incluso supera al propio nombre de nuestro país, “Paraguay”, en cuanto a universalidad y reconocimiento en distintos idiomas.

Proviene de pira (‘pez’) y aña (‘maldad’), lo que se traduce como “pez malo”. Este pez de aguas dulces de Sudamérica alcanzó fama mundial en la literatura y el cine, especialmente como criatura temida. Incluso el ex presidente de los Estados Unidos Theodore Roosevelt lo describió en su libro Through the Brazilian Wilderness como “el pez más feroz del mundo”.

Roosevelt, sorprendido por su capacidad de devorar carne, escribió:

“Te arrancarán el dedo de una mano al deslizarse descuidadamente en el agua; mutilan nadadores (en cada río de Paraguay hay hombres que han sido mutilados); desgarrarán y devorarán a cualquier hombre o bestia heridos; porque la sangre en el agua las excita hasta la locura”.

A pesar de ese retrato aterrador, los ataques a humanos son raros y, en general, se reducen a un simple “mordisquito”. Muchas especies incluso se alimentan de semillas y materia vegetal, e inclusive existen pirañas vegetarianas.

La palabra adquirió también significados metafóricos. En Nicaragua designa una lancha de combate veloz; en Perú, a un ladronzuelo que roba en grupo, y en Costa Rica y Cuba, a una persona acaparadora o codiciosa. En Paraguay, en cambio, se le dio un giro más pícaro: se consumen fritas como “bala”, bajo la creencia de que potencian la virilidad masculina.

Jaguar.jpg

Jaguar viene del vocablo guaraní jaguarete, tigre o más bien, palabra dada a todo felino de Sudamérica conocido por los guaraníes.

Jaguar

Viene del vocablo guaraní jaguarete que significa “tigre” o, más bien, palabra dada a todo felino de Sudamérica conocido por los guaraníes. De allí derivó la forma más breve y más conocida: jaguar, trascendiendo pronto al ámbito indígena y se instaló en la visión occidental desde los primeros cronistas.

La fuerza simbólica del jaguar como animal emblemático de América –poderoso, ágil, sigiloso– trascendió el ámbito indígena y se instaló en la visión occidental desde los primeros cronistas. Este prestigio cultural hizo que, en el siglo XX, el término fuese adoptado fuera de nuestro continente como signo de fuerza, elegancia y distinción.

Tras la Segunda Guerra Mundial, los empresarios británicos William Lyons y William Walmsley, fundadores de la compañía de automóviles SS Cars Ltd., decidieron renombrar su firma. El viejo nombre (SS) ya no era apropiado por su asociación con las tropas nazis alemanas. Buscaron entonces una palabra fuerte, breve y universal, y eligieron Jaguar. Desde entonces, la marca de autos de lujo se volvió una de las más reconocidas del mundo, llevando consigo la huella lingüística del guaraní.

THE JACARANDA.png

Conocido cariñosamente como “The Jac”, el lugar fue el epicentro de la escena musical británica de los años 60, y jugó un papel clave en el lanzamiento de varias bandas de la época.

Foto: Archivo

The Jacaranda

El jacarandá, árbol sudamericano (Jacaranda mimosifolia), dio origen a otro símbolo cultural inesperado. En 1958, Allan Williams eligió este nombre para bautizar su club en Liverpool: The Jacaranda.

Conocido cariñosamente como “The Jac”, el lugar se convirtió en epicentro de la escena musical británica de los años 60 y jugó un papel clave en el lanzamiento de varias bandas de la época. Entre ellas, nada menos que The Beatles. Williams, propietario del club, permitió que el grupo ensayara en el sótano y actuara allí a cambio de redecorar el espacio. Así se convirtió en el primer mánager de los Beatles, antes de que alcanzaran fama mundial.

Allan Williams falleció el 30 de diciembre de 2016, pero su legado permanece. Más de seis décadas después, The Jacaranda sigue funcionando como bar, sello discográfico, tienda de discos y escenario de actuaciones en vivo cada noche.

Una palabra guaraní, un árbol de flores violetas, terminó inscripto para siempre en la historia de la música universal.

Investigador.
Más contenido de esta sección
Erik Satie (1866-1925) fue un compositor francés cuyo estilo sobrio, poco convencional e ingenioso ejerció una gran influencia en la música del siglo XX, particularmente en Francia.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha presentado un plan de paz para el conflicto entre Israel y Hamás e Israel que se proyecta como una posible solución a la guerra y, de ser exitoso, a la creación de un Estado palestino.
Días malditos (Neurosis colectiva), la novela de Victorio Suárez, narra un caso real de neurosis colectiva ocurrido en Torres Cué, en el Departamento de Caazapá, Paraguay, con el autor hablamos en esta entrevista.