En este encuentro, en el que participaron cerca de 50.000 personas en el Mausoleo John Garang, dedicado al histórico dirigente sursudanés, en Yuba, ante los otros líderes cristianos que le acompañan en esta etapa del viaje en África, afirmó: “Los que se llaman cristianos deben elegir bando. Quien sigue a Cristo elige la paz, siempre; quien desata la guerra y la violencia traiciona al Señor y niega su Evangelio”.
En este país cerca del 50% son cristianos, de los que el 36% se confiesan católicos, pero también hay una representación de anglicanos y protestantes.
“El amor del cristiano no es solo por el prójimo, sino por cada uno, porque cada uno en Jesús es nuestro prójimo, nuestro hermano, incluso el enemigo; tanto más los que pertenecen al mismo pueblo, aunque sean de etnia diferente”, subrayó el Pontífice en este país en el que han muerto más de 400.000 personas por una guerra civil desatada tras la independencia en el 2011.
El Papa pidió a los cristianos, esfuerzos “por esta unidad fraterna entre nosotros, los cristianos, y ayudémonos a transmitir el mensaje de la paz a la sociedad; a difundir el estilo de no violencia de Jesús, para que en quien se profesa creyente no haya más espacio para una cultura basada en el espíritu de venganza”.
“Que el tribalismo y la división en facciones, que alimentan la violencia en el país, no afecten a las relaciones interconfesionales. Al contrario, que el testimonio de unidad de los creyentes repercuta en el pueblo”, agregó en una sociedad fuertemente tribalizada y que aún no ha logrado implementar los acuerdos de paz firmados en 2018.