Desde el último mes, Texas ha estado en el centro del escándalo migratorio producido por la política “cero tolerancia” del presidente Donald Trump, que provocó la separación de más de 2.300 niños de sus familias al ingresar al país ilegalmente o pidiendo asilo.
Más de dos tercios de las detenciones tienen lugar en Texas. En año fiscal 2017, por ejemplo, la patrulla fronteriza aprehendió a 303.916 individuos en la frontera sur. De ellos, 207.693 fueron capturados en Texas, según la oficina de migración ICE.
Por eso Texas tiene, también, la mayor cantidad de prisiones para inmigrantes.
Construido en 1983, el centro de detención en Houston fue la primera prisión privada de la historia moderna de Estados Unidos. Sus dueños, Corrections Corporation of America (CCA), y GEO Group son las dos mayores corporaciones de prisiones en EEUU. Ambas cotizan en bolsa.
CCA (ahora CoreCivic) opera cuatro centros de detención contratados por ICE en Texas. La segunda, GEO, opera tres, más un cuarto en construcción. Las dos tienen más de 120 prisiones cada una en todo el país.
“Apreciamos mucho la continua confianza que muestra hacia nuestra compañía la oficina de Inmigración y Aduana”, afirmó el año pasado el presidente de GEO, George Zoley, en un comunicado donde informó de un nuevo contrato con el gobierno federal de 110 millones de dólares. afp