Esto le permitió al Gobierno aprobar sin obstáculos los paquetes de leyes, así como rechazar las iniciativas de la oposición. Asimismo, con la mayoría holgada, se dio por descontado que el oficialismo iba a ocupar la presidencia de ambas cámaras.
Al inicio del periodo, la ANR empezó a establecer alianzas con un sector del PLRA que cuenta con senadores liberocartistas, con Dionsio Amarilla a la cabeza.
Fuera del PLRA, en el Senado, los aliados al cartismo, optaron por mudarse a la ANR. Norma Aquino, Javier Vera y Zenaida Delgado de Cruzada Nacional; Patrick Kemper de Hagamos y Orlando Penner de Patria Querida.
Con esta mayoría, el Senado no tuvo inconveniente para expulsar a la senadora Kattya González de su curul, cuando así lo quisieron, el 14 de febrero del 2024, utilizando el reglamento anterior, dejando de lado la resolución aprobada meses antes por esa misma mayoría.
El mote de “cámara de la vergüenza” que se utilizaba para la Cámara Baja, ahora pasó a la Cámara Alta, ya que los cuestionamientos pasaron también al Senado.
El nepotismo es moneda corriente en ambas cámaras. Primeramente, se supo la contratación del hijo de Silvio Ovelar en la Cámara de Diputados que renunció apenas se supo el caso.
Luego, se conoció que la hija del vicepresidente Pedro Alliana, Montserrat Alliana, fue nombrada en la Cámara Baja con salario de G. 18 millones.
El caso se llevó a la Fiscalía, pero fue desestimado. Luego hay más casos que salpican a senadores y diputados.
Recientemente, saltó otro caso que escandalizó a la ciudadanía. Una investigación reveló que la senadora liberocartista, Noelia Cabrera, logró nombrar a sus sobrinos Iván Giménez e Iris Rebeca Giménez.
Ambos asistían al estudio jurídico de Milciades Centurión, pareja de Cabrera, en horario laboral del Senado. Ella, lejos de pedir disculpas a la gente, pidió disculpas a sus sobrinos en su alocución en el Senado.
Ante el anuncio de la presentación de pérdida de investidura por parte de la oposición, el oficialismo ya amenazó y sacó a relucir el caso de Matías Cogliolo, funcionario del despacho de Éver Villalba.
También, entre los cuestionamientos se encuentran los pedidos de intervención que se aprueban o rechazan, según el criterio político del cartismo.
Comisión Garrote. Otra actuación polémica del Congreso fue la creación de la comisión de investigación, tildada de “garrote”, la cual pidió información, expuso facturas y otros documentos de las contrataciones de profesionales de las oenegés, lo cual fue muy cuestionado. A su vez, en su radio de investigación no incluyó a Opaci.