Los ciudadanos debemos entender la responsabilidad que tenemos para evitar los criaderos del vector del chikungunya y el dengue que más nos afectan. Hay que eliminar los focos de estas enfermedades que tienen gran impacto en la sociedad. Precisamente, debido a la necesidad de fortalecer las medidas preventivas es que principalmente el chikungunya muestra un crecimiento atípico y exponencial con relación al dengue.
El Ministerio de Salud, al respecto, especifica que se debe desechar el agua acumulada en cualquier recipiente. Eliminar los envases y los objetos en desuso que puedan almacenarla.
En ese orden de cosas hay que mantener tapado el líquido que va a ser utilizado y que se encuentra en tanques, baldes y botellas. Cambiar diariamente el agua del bebedero de los animales, previa higiene con cepillo, agua y jabón, para eliminar posibles huevos del zancudo que hayan quedado adheridos en las paredes del recipiente. También tratar con cloro las piscinas para impedir la reproducción de los mosquitos y cuidar que no se acumule basura en el interior de los registros, de tal manera que corra el agua.
Es innegable la labor que debe tener cada vecino para tratar de reducir al menos estas enfermedades; considerando que al eliminar los criaderos consecuentemente el mosquito Aedes aegypti no podrá posarse y reproducirse para seguir causando más daño a las personas.
Las mingas ambientales realizadas por las instituciones públicas deben seguir con más fuerza para luchar contra este flagelo. Es así que las brigadas integradas por funcionarios del Senepa, de los puestos de salud locales, de las municipalidades y, asimismo, por integrantes de la Secretaría de Emergencia Nacional no deben parar, como bien ocurrió en Limpio en diciembre pasado, por citar un ejemplo. Trabajos de este tipo, con el apoyo de la comunidad, pueden generar resultados alentadores.
En cuanto a otras medidas de prevención para protegerse de la picadura del insecto, es conveniente, según la recomendación de Salud, usar repelente y mosquitero. Si bien la toxicidad de los repelentes es baja, deben ser utilizados con precaución. En el caso de los niños, si se va a aplicar el repelente, se sugiere consultar antes con el médico.
El Ministerio recomienda también la colocación de telas metálicas en puertas y ventanas de los hogares. En el caso de los espirales y las tabletas, estos deben usarse con moderación.
Teniendo en cuenta que la enfermedad del chikungunya es la que sigue predominando en esta temporada, hay que saber qué síntomas se manifiestan en el afectado. Es así que en la primera fase de la enfermedad (durante las primeras tres semanas) presenta fiebre alta de inicio brusco y dolor intenso de las articulaciones, síntomas que pueden ir acompañados de dolor de cabeza, dolor muscular, hinchazón de las articulaciones o erupción cutánea.
Si continúa el malestar, durante la fase crónica puede incluir fatiga, dolores musculares más intensos, seguido de náuseas y sarpullidos. Por lo tanto, apenas se sienta algún síntoma, rápidamente se debe acudir al médico.
Atendiendo el riesgo que representa para cualquier persona no eliminar los criaderos del Aedes en los hogares, talleres, depósitos, clubes, entre otros, definitivamente cada ciudadano debe hacer su parte. Tiene que imponerse el hábito de la limpieza y evitar especialmente la acumulación de agua en recipientes, neumáticos, etc.
La acción tanto de la comunidad como de las autoridades, que asumen el compromiso de realizar las mingas ambientales, podrá generar conciencia en aquellas personas que todavía se muestran indiferentes a este tipo de campañas.