Según los números registrados día a día por el Sistema 911, las llamadas por hechos viales aumentan considerablemente los días jueves, viernes y sábado, además del día previo a los feriados.
Estos números reflejan la falta de educación vial y otros factores que influyen en la mala conducción de vehículos en las rutas del país, dando cuenta de la realidad con que el ciudadano debe convivir en las calles y rutas del país.
Los datos son contrastados con los factores que influyen para que ocurran percances viales y hasta hechos de violencia en las rutas, que cita una profesional en psicología.
CUALQUIERA. La licenciada Alma María Segovia mencionó para nuestro medio que, en resumidas cuentas, siempre hay que considerar que la violencia es un fenómeno complejo en sí en las rutas.
“El hecho puede estar influenciado por una variedad de factores y estos factores también incluyen, la falta de educación vial, cualquiera conduce, pero no conoce siquiera las reglas de tránsito, no sabe que no está permitido tocar la bocina, igual toca la bocina”, indicó.
También refirió que nuestras carreteras están más que nada marcadas por la ley del más fuerte y compara con ciudades de otros países donde se visualiza una “diferencia abismal” con la manera en que conducen y que conducimos los paraguayos.
“Por eso tenemos un sin número de accidentes de tránsito y también tenemos agresiones en las carreteras”, sentenció.
Otro factor que hace mención la también abogada y magíster es que el estrés y la ansiedad juegan un papel muy importante en la vida moderna y que esto lleva a las personas a tener altos niveles de estrés y que influyen en el comportamiento de cualquier conductor.
“Luego están las condiciones del tráfico, el tráfico pesado, el hecho de que todos estamos apurados, de que queremos llegar a tiempo o estamos retrasados, esto aumenta la irritabilidad y la agresividad, por ende, está allí presente en esas situaciones del apuro constante y del ajetreo en el que todos estamos prácticamente todos los días, incluso; ni siquiera estos días santos nos libramos de ciertas situaciones en el tráfico, de apuros y de intolerancias”, apuntó.
Finalmente, dejó en claro que la conducción bajo los efectos del alcohol empeora el estado mental y atenta contra la salud mental.
Al respecto, considera de suma importancia el abordaje de estos temas y que se requiere un enfoque integral que debe incluir todos los factores que influyen en los accidentes y la violencia.
“También la promoción de la educación vial, el apoyo a la salud mental en la que estamos totalmente aplazados y en la creación de una cultura de respeto y empatía en las carreteras”, puntualizó.