26 jul. 2024

Educación religiosa y Estado laico

El artículo 74 de la Constitución Nacional dispone y “garantiza la educación religiosa”; sin embargo, desde hace diez años el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) ignora esta disposición constitucional y olvida lo que dice el artículo 137, que hace saber que “toda disposición o acto de autoridad opuesto a las disposiciones de esta Constitución, carece de validez”.

Algunos pretenden justificar y fundamentar la eliminación de la educación religiosa, diciendo que el Estado es laico. Y es verdad, el Estado es laico, pero que sea laico no le exime de cumplir la Constitución ni de la obligación que tiene de respetar y apoyar el derecho humano fundamental de los ciudadanos de tener religión.

Por otra parte, Estado laico no quiere decir que el Estado sea ateo o agnóstico, de hecho la referencia a Dios está explícita en el Preámbulo de la Constitución. Estado laico quiere decir que en el Estado, “ninguna religión es oficial”.

En Paraguay, la religión de los ciudadanos tiene características peculiares. Como reconoce el artículo 82 de la Constitución Nacional, desde el origen como nación y en toda su historia y cultura, la religión católica ha tenido un rol trascendente. Y en el presente, hay que tener en cuenta que el 88,2% de los ciudadanos se declaran católicos. Analizando objetivamente lo que significa la religión en Paraguay, hay que añadir que el 9,2% se declaran cristianos, que sumados a los católicos, alcanzan el 97,4% de cristianos, más el 1,4% de otras religiones llegamos al 98,8% de creyentes y 1,2% que no tienen religión.

El pueblo es soberano y elige por sufragio a los gobernantes, que administran el Estado para el servicio al pueblo, de acuerdo con la Constitución.

Jurídicamente, ¿tiene sentido ignorar las disposiciones de la Constitución? Políticamente ¿Tiene sentido ignorar la religiosidad del pueblo y su derecho a la educación integral?

Según los arqueólogos y antropólogos investigadores de yacimientos prehistóricos, la religión es coexistente con la humanidad, y se ha desarrollado a través de la historia con diversas religiones en todos los tiempos y en todo el mundo. En el presente, las tres religiones más numerosas son: el cristianismo con 2.400 millones; el islamismo con 1.400 millones y el hinduismo con 1.200 millones, que suman (sin contar otras muchas religiones) 5.000 millones de creyentes.

Con honestidad intelectual, hay que reconocer que la influencia de las religiones en la vida de los pueblos es sustancial, no solo en sus creencias y conductas, sino también en sus culturas, en sus programas sociales y políticos, en sus artes, su literatura, su cosmovisión y proyectos de futuro.

Actualmente, es de particular relevancia la recíproca relación que hay entre ciencias y religión, Albert Einstein lo dijo gráficamente, ponderando su mutua complementariedad: “La religión sin ciencia es ciega, la ciencia sin religión es coja” (New York Times, noviembre de 1930).

Últimamente, la Física cuántica aporta elementos importantes a la Teología “cuántica” para interpretar y comprender mejor la energía de Jesús de Nazaret en sus múltiples y sorprendentes milagros.

Considerando la influencia de las religiones en la vida de los pueblos, su historia y cultura, las artes y las ciencias... ¿tiene sentido eliminar la educación religiosa en la educación nacional? ¿Se pueden explicar y comprender la historia, la cultura, la geografía política, el folclore, incluso el calendario oficial (Navidad, Semana Santa, 15 de Agosto…) de Paraguay, sin educación y cultura religiosa?

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Carolina Cuenca