La inversión en la vivienda –ubicada en el barrio San Vicente de Asunción– totalizó G. 1.108.599.918, pero el dinero utilizado “no provino de fuentes lícitas de ingresos legales que (Esteban Samaniego) tuvo como intendente, sino a costa del desvío del patrimonio administrado por su persona”.
Se habla de un “esquema de corrupción dentro del municipio, integrado por proveedores ficticios, quienes eran adjudicados sin números de contratos, para lesionar el patrimonio de la comuna”.
El monto del perjuicio asciende a G. 338.595.000.
COLABORADORES. Fueron varias personas, específicamente sus familiares y allegados, las que efectivizaron distintos cheques que alcanzaron esa suma.
Según el fiscal, entre el 2011 y el 2016, Patricia Adriana Corvalán efectivizó cinco cheques, por valor de G. 117.500.000.
Todo este monto debía destinarse a “remodelación, mantenimiento y equipamiento de centros educativos de la ciudad de Quyquyhó”, pero no fue así.
Aparte de ella, el cuñado de Samaniego, Damián de Jesús Galarza, efectivizó G. 40 millones, mientras que la madre del ahora diputado, Blanca María Álvarez, retiró otro monto de G. 20.000.000.
También habría formado parte del esquema el guardaespaldas del entonces intendente, Christian Daniel Domínguez, quien llegó supuestamente a efectivizar G. 93.500.000, y también Samaniego habría retirado G. 67.595.000.
Todos esos montos fueron usados para la construcción de la vivienda, según el Ministerio Público.
Si bien la casa está a nombre de la mamá del hoy diputado, según el fiscal anticorrupción, Samaniego se valió de ella para acrecentar su patrimonio.
Se pudo corroborar que los pagos parciales que se hicieron durante la obra “coinciden principalmente con el ejercicio de la Intendencia Municipal de Quyquyhó, por parte del hoy diputado Esteban Samaniego, entre el 2017 y poco antes de su renuncia, en enero del 2018”.
Los pagos se hicieron a nombre de dos empresas, como BH Services SRL, y, CX Construcciones. Sospechan que la primera es del compadre del legislador.