30 dic. 2025

Detave: Acusan a funcionarios de Aduanas, policías y comerciantes

En total, 19 personas podrían ir a juicio oral por formar parte de un esquema de recaudación, dejando pasar productos que ingresaban de manera clandestina al país, a cambio de coimas.

fachada ministerio publico.jpg

.

Funcionarios de Aduanas, efectivos policiales y comerciantes, en total, diecinueve personas, fueron acusadas por los fiscales de Delitos Económicos y Anticorrupción, Belinda Bobadilla y Francisco Cabrera, quienes pidieron que estos vayan a juicio por supuestamente formar parte del esquema de recaudación de coimas en la causa conocida como Detave.

ACUSADOS EN EL CASO_Mesa de trabajo 1.png

El esquema ilegal estaba conformado por personas que pedían y recibían sumas de dinero; otros coordinaban y avisaban cuando vehículos llegaban a los puestos “de modo que se cobrara la suma correspondiente y dejaran pasar”; otros debían transferir los montos recibidos y otros juntar la recaudación y trasladar hasta la vivienda del coordinador Ramón Benítez –ex titular del extinto Departamento Técnico Aduanero de Vigilancia Especial (Detave)–.

ACUSADOS EN EL CASO_Mesa de trabajo 1 copia.png

El general Benítez, también acusado en la primera parte de esta causa, era el que supuestamente lideraba esta red de personas. Se pedían sumas en los lugares donde en realidad se debían hacer procesos de control de mercaderías y prevención del contrabando.

Al recibir los montos establecidos, los funcionarios dejaban pasar supuestamente los productos que no cumplían con las exigencias legales, ya sea para su ingreso en el país como para el tránsito.

MODUS OPERANDI. Lo que hacían los funcionarios del ex Detave, hoy Coordinación Operativa de Investigación Aduanera (COIA), es que pedían sumas de dinero a cambio de no incautar o denunciar la introducción clandestina al país de productos frutihortícolas, combustibles, electrónicos, cigarrillos, calzados, ropas, azúcar y otros.

Los funcionarios debían controlar vehículos y paseros que transportaban mercaderías, en los puestos de control de Aduanas, y retener estos en caso de no contar con la documentación legal y labrar las actas, pero sin hacer eso, autorizaban el paso de dichos transportes.

En cuanto a los policías, estos estaban comisionados a los puestos de control para la prevención de hechos punibles y tomar medidas legales en los casos de flagrancia.

Los demás acusados actuaban como secretarios de los funcionarios que habrían facilitado las recaudaciones.

“Estas sumas de dinero variaban de acuerdo a las cantidades de los productos e incluso el tipo de producto”, dice la acusación.

Parte de las recaudaciones eran entregadas al “karai”, refiriéndose a Ramón Benítez. Le llevaban los viernes, ya sea a su oficina o a su vivienda.

Varios jefes de los puestos de control de diferentes partes del país fueron acusados. Hay datos de que estos se comunicaban entre sí o con el mismo general Benítez.

La acusación es por hechos ocurridos entre el 21 de marzo al 28 de abril de 2019.

En llamadas se avisaban la entrega de “informes”, “expedientes”, “documentos”, “actas”, “chipas” y “hojas”, como ellos les decían al dinero recibido. Todo esto era anotado en la agenda de Benítez.

Más contenido de esta sección
Sonia Von Lepel expuso que siguen monitoreando en el país la tortura, malos tratos y que en el contexto de las cárceles se sigue abusando de la prisión, por lo que 20.000 personas hoy están privadas de libertad.
Sicóloga refiere que las altas cifras de llamadas al 911 muestran la desesperación de las víctimas, que acuden al allí como primer recurso inmediato, aunque luego no formalicen las denuncias.
OTRO NIVEL. Dejó de ser un hecho aislado para ser un fenómeno estructural que va ganando territorio en todo el país.
Un informe del Mecanismo de Prevención de la Tortura (MNP) revela datos alarmantes sobre que muchos, ya de niños, se van insertando en las drogas y cuando son adolescentes estos entran en conflicto con la ley. ¿Por qué se insertan en los delitos? Por una ausencia del Estado, la falta de apoyo de los colegios y de un equipo que trabaje afuera enfocándose en sus necesidades.
El hallazgo del cuerpo descuartizado de una mujer en las aguas del río Jejuí en febrero de este año destapó una realidad impactante y dolorosa: La víctima de feminicidio, identificada posteriormente como María Enciso (33), había vivido toda su vida sin ninguna identificación oficial, convirtiéndose en una ciudadana “invisible” para el Estado paraguayo.
Los afectados continúan sufriendo los injustos embargos de la mafia de pagarés y siguen sin encontrar respuesta en la Justicia. Estas fiestas, muchos pasarán en la penumbra.